Van quedando pocos ombúes…

Mientras caminábamos por las quintas y chacras del sector noroeste de la ciudad, aprovechando las bondades de una mañana bastante calurosa como la de ayer domingo, nos dimos a la grata tarea de observar diversos aspectos que hacen al evidente progreso que se ha manifestado en los últimos años, en lo que respecta a la parte edilicia.
Numerosas casas-quintas que se utilizan generalmente para descanso y otros esparcimientos, reemplazan a los otrora establecimientos chacareros donde familias de inmigrantes trabajaban la tierra sembrando todo tipo de hortalizas, que posteriormente comercializaban recorriendo el pueblo en carros y jardineras, a la par de la leche, chacinados y otros frutos del país.
En ese caminar sin rumbo fijo, observamos frente a la casona en ruinas que perteneció hace varias décadas a Javier Allende, en la prolongación de la calle Gral. Martín Miguel de Guemes, al menos dos ejemplares de ombúes que a la par de concitar nuestro interés, nos hicieron recordar que recientemente fue abatido un ejemplar similar ubicado en el «Patio de Tierra». Lamentablemente, no quedó otra alternativa, debido a que en ese espacio se levantará un complejo edilicio compuesto de 57 viviendas.
Otro ejemplar de Ombú, corpulento si los hay, puede admirarse en las nuevas instalaciones feriales de la Sociedad Rural. Esta especie, que simboliza en gran medida a nuestras más caras tradiciones gauchas, según parece se está extinguiendo, al menos en nuestro partido.
Sería interesante saber si quedan más ejemplares en algunos establecimientos rurales, al margen de los que destacamos más arriba. No se trata de efectuar un censo, sí saber que aún es posible que esta «hierba» pueda ser conservada altiva y a la par, admirada como el árbol por excelencia ligado por lazos indelebles a la más genuina cultura y tradición gauchesca.

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