Un libro del año 1909 sobre la “Historia Argentina”

Escribe: Abel G. Bruno.

Entre otras cosas que suelen ocurrirme, se me dio por pensar cómo y con que estudiaría nuestra historia argentina un alumno de hace aproximadamente cien años atrás. Sin llegar ni cercanamente a ser un lector empedernido, recurrí a mi muy modesta biblioteca para retirar de un anaquel, precisamente un libro editado en el año 1909, titulado “La Historia Argentina”. Según puede leerse en su página presentación: “Explicada en noventa y cinco lecciones. Desde el descubrimiento de América hasta nuestros días. Por Carlos Cánepa. Octava edición, corregida y aumentada con treinta y seis lecturas originales por el P. A. Larrouy”. Ese libro fue editado por Cabaut y Cía. en la Librería del Colegio, ubicada en el año 1909 en la esquina de las calles Alsina y Bolívar. Según el sello, fue adquirido en el “Bazar, Juguetería, Mercería, Óptica y Librería “El Colegio”, de Juan De Lara García, negocio que se mantuvo activo desde el año 1906 hasta aproximadamente 1960. El edificio aún se mantiene en pie, en la esquina este de las calles 25 de Mayo y Leandro Alem.
Debido a que entre el martes y ayer miércoles, publicamos dos capítulos relacionados con la vida y muerte del granadero Juan Bautista Cabral, en la batalla de San Lorenzo, compartiremos el capítulo referido a la primera hazaña épica librada por nuestro ejército nacional, bajo el mando del por entonces Coronel José de San Martín. Un niño ayacuchense de cuarto grado primario, en el año 1909, leyó y aprendió lo siguiente:
Acción de San Lorenzo
“Cuando quedó establecido el segundo sitio de Montevideo, el gobierno de Buenos Aires no poseía buques de guerra. Por esta circunstancia los españoles sitiados por tierra eran dueños de las aguas; se dirigían libremente a los puntos que ellos querían y desembarcaban en las costas, tanto para llamar la atención de las tropas de Buenos Aires por diferentes puntos, cuanto para procurarse víveres frescos.
El Gobierno Superior había sido prevenido de que una escuadrilla española debía remontar el Paraná; en consecuencia despachó al entonces coronel don José de San Martín, al frente de 120 granaderos a caballo para que impidiera el desembarco de las tropas enemigas. El 3 de febrero de 1813 pisaron tierra 250 marinos españoles, con dos piezas de artillería. Esta operación se efectuó a las 5 ½ de la mañana en las inmediaciones del convento de San Lorenzo, situado cinco leguas, más o menos, al Norte del Rosario.
San Martín había situado sus granaderos detrás de los muros de dicho convento y cuando llegó el momento oportuno atacó resueltamente al enemigo, sable en mano, poniéndolo en precipitada fuga, después de un cuarto de hora de combate. Los españoles dejaron en el campo de batalla 40 muertos, 14 prisioneros, su bandera y su abanderado, 2 cañones y 50 fusiles. Durante este combate quedó herido el comandante Zabala, jefe de las fuerzas españolas, y el mismo San Martín estuvo a punto de perder la vida, pues una bala de cañón mató a su caballo, y al caer le apretó una pierna contra el suelo, imposibilitándolo para hacer uso de sus armas.
En este momento, un soldado español se disponía a atravesarlo con su bayoneta, cuando un granadero llamado Baigorria salvó a su jefe dando muerte con la lanza al agresor. El sargento Juan Bautista Cabral vino también en auxilio de San Martín, librándolo del peso del caballo muerto que lo oprimía. En este acto Cabral fue mortalmente herido, y expiró dos horas después, exclamando: ¡Muero contento. Hemos batido al enemigo!.
Una vez embarcados los españoles que se salvaron del sable de los granaderos, el comandante de la escuadrilla envió un oficial parlamentario para que solicitase del coronel San Martín la venta de carne fresca para alimento de los heridos. San Martín le envió media res, exigiéndole, bajo palabra de honor, que no sería empleada para otra cosa”.

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