Terneritas…

A tres días de haber culminado la 47º edición de la Fiesta Nacional del Ternero, prácticamente no han quedado vestigios de las distintas manifestaciones populares que se desarrollaron en calles, avenidas y otros lugares de concentración masiva. Igual al pasaje de un fuerte ventarrón que aventó lo que estaba y que fue. Quedaron algunos comentarios dispersos que hablan con holgura sobre los resultados sumamente positivos que arrojó en todas sus áreas una manifestación multitudinaria como pocas. Empañada en algunos de sus pasajes por la lluvia, que fue capeada con muchísima voluntad y coraje, porque hay que tener esta condición en el momento de tomar decisiones que pueden salir bien como resultar catastróficas…
Yo comento, tu comentas y él comenta
Con respecto a los comentarios a favor y en contra, está muy bien que circulen. Se escucharon después de la primera edición del año 1969, y continúa funcionando esa vertiente en nuestros días. Esas «habladurías», cuando se hacen sentir con criteriosos fundamentos constructivos, bien venidas sean porque ayudan a mejorar; aportan. Con respecto a las otras, bien lo escribió Miguel de Cervantes Saavedra en su inmortal obra: «ladran Sancho…»
Animadores de lujo
Entre los innumerables aspectos que conformaron los eventos tradicionalistas en la chacra municipal, cabe destacar las buenas caballadas presentadas para las pruebas de jineteada. No desentonaron en absoluto con la extraordinaria capacidad de los montadores, reconocidos a nivel nacional. Sobre el escenario «Rodolfo Lemble», trabajaron cuatro animadores de sobrada solvencia como el local Mario Almirón, Marcelo Pellejero (Las Flores), Nacho Basteiro (Pinamar) y Abel Luján (General Madariaga). Este último, muy bien consustanciado con nuestra historia pueblerina, principalmente cuando se refirió a la procedencia del nombre que identifica a nuestro partido, con fechas y otras referencias históricas.
Bien por los microempresarios
En el antiguo galpón de la Sociedad Rural, quienes dirigen los destinos de la Cámara de Microempresarios presidida por Hernán Atilio Rojas, nuevamente se destacaron por la excelente organización, contando con la presencia de expositores del Centro de Artesanos a cargo de la Sra. Susana Isasi, así como invalorables aportes de varias provincias. Hubo mercaderías y elementos para todos los gustos en un ambiente sumamente cálido, agradable, con la musicalización de un calificado veterano en estas lides, Gerardo Jatip.
Muestras del ingenio ayacuchense
El Desfile Oficial «salió derechito», considerando que horas antes la lluvia amagaba descolgarse con toda su furia. Según nos aseguraron fuentes muy bien informadas, se esperaban aproximadamente 150 participantes. Lamentablemente, un importante número desistió de viajar debido precisamente a la desfavorable situación climática que imperaba en una vasta zona de influencia. ¡Aplausos!, para quienes presentaron tan extraordinarias carrozas y otras muestras del ingenio artesanal ayacuchense.
Bailando hasta la madrugada
¿Y las bailantes de Roxana Ciganda, Cristian Mutti y compañía?. El escenario estuvo ubicado sobre la avenida Cristóbal Colón y calle Roque Sáenz Peña, por donde desfilaron innumerables cantores y músicos con absoluta libertad de acción. De esa manera, «se armaron cada bailantas» que se prolongaron hasta altas horas de la madrugada. Un significativo y valioso aporte, muy necesario.
Aplauso para los organizadores
Esta mañana y por una emisora amiga, escuchamos al presidente de la asociación civil de la Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra, Alberto Volontin. Fue posible observarlo en la mayoría de los espectáculos que se realizaron. Si faltó en alguno, fue porque no pudo «desdoblarse». No obstante su problema físico, su voluntad y responsabilidad a la hora de «estar en todas partes» fue sumamente plausible, «dándole la cara» a las clásicas alternativas a favor y en contra que invariablemente (e inevitablemente) se generan en un evento de caracterí sticas multitudinarias como el nuestro. Se mostró muy conforme con el resultado general de esta 47º edición, y está muy bien que así sea. Tanto él, como quienes lo acompañaron en semejante «patriada», son merecedores de los mejores y mayores plácemes…

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