Síntesis histórica del club de polo “El Malón”

Escribe: Abel G. Bruno

Según sabemos, los entretenimientos comunes del hombre de campo a mediados del siglo diecinueve, aparte de las típicas tareas que le demandaban el manejo de la hacienda y el mantenimiento en líneas generales de los puestos y cascos de estancia, en sus horas libres solían visitar las denominadas “esquinas de campo” con sus almacenes de ramos generales y despacho de bebidas, y las típicas “pulperías”. En esos ambientes jugaban a las cartas, bebiendo, escuchando a algún cantor y guitarrero, poniendo algunos patacones en la suerte de la taba e incluso apostándole a las púas de algún gallo. Durante los días domingos, entre sus pasatiempos predilectos ocupaban sus espacios las multitudinarias carreras cuadreras con parejeros de renombre y algunos pingos “tapados”. No fueron ajenas a esas “entretenciones” las jineteadas, carreras del rastrín y de la sortija, y los bailes como bajada de telón de acontecimientos familiares y fechas patrias. En esos como en otros encuentros era muy posible que se produjese alguna pelea a cuchillo, donde solían hacer gala de sus habilidades los “visteadores”.

EL PATO: DEPORTE NACIONAL

Entre esos quehaceres, en algunas zonas también se jugó al Pato (considerado deporte nacional). Sin reglamentos ni limitaciones en cuanto al terreno, esta diversión fue en un principio muy brutal. Los jinetes corrían a todo galope disputándose una vejiga rellena de paja con manijas para sujetarla, arrasando con todo lo que se interponía a sus entusiasmos. Caseríos, corrales, quintas de hortalizas y gallineros. Cuando se acercaban a todo grito y galope los protagonistas, había que ponerse a salvo rápidamente para no sucumbir atropellados por semejante malón. En nuestro partido e incluso en la zona, no se tienen mayores referencias sobre este deporte. No se encuentran antecedentes válidos para certificar que alguna vez y en esos años se jugó en nuestros pagos. Incluso el Polo tardó años en ser adoptado. Insólito si se lo analiza, considerando que hasta fines del siglo diecinueve y principios del veinte la patria seguía haciéndose “de a caballo”.

PERSIA, INGLATERRA Y ARGENTINA

El Polo llegó a nuestro país en el año 1878. Había surgido en Persia, desde donde pasó a Inglaterra. Los ingleses lo introdujeron en Concordia, Entre Ríos, donde se disputó el primer partido del que se tiene referencia. En el año 1886, este deporte se había extendido lo suficiente como para que se jugara en un campo del barrio de Caballito, con bastante frecuencia. Domingo Faustino Sarmiento, era un asiduo concurrente a esas confrontaciones. Para el año 1895, el equipo “Las Petacas” seguía sumando victorias y manteniendo su indiscutible título de primer Campeón Argentino.

CLUB DE POLO “EL MALÓN”

Según referencias orales dignas del mayor crédito, los primeros partidos de Polo que se disputaron en Ayacucho, tuvieron lugar en “la chacra de Lizarralde” (actualmente de Celina Ceverio) por el año 1930. El 14 de febrero de 1932, se fundó el Club de Polo “El Malón”, y sus respectivas cuartetas pasaron a jugar en la cancha ubicada en la chacra “El Circo”, por ese entonces propiedad de Federico Breede. Años después, la actividad polística se trasladó al predio del molino “San Juan”, en el espacio que conforma la esquina de la ruta provincial Nº 74 y avenida José Zoilo Miguens. Los últimos encuentros de esa generación de polistas fueron disputados en un terreno situado dentro del complejo de Obras Sanitarias (actual cava), donde muchos años antes se habían producido los primeros aterrizajes de “aeroplanos”. Los iniciadores de “El Malón” fueron: Raúl Castaño, Néstor Zubizarreta, Ernesto Arroyo, Braulio Castaño, Jorge Newton, Teodoro Eseverri, Rodolfo Moure, Osvaldo Fernández Poblet, César Fernández Poblet, Carlos Courbet y Luis Trelaun. Según referencias fidedignas, el más importante impulsor de la entidad fue Raúl Castaño. Su entusiasmo y constante dedicación posibilitaron la fundación de “El Malón”.

ABONADOS A GANAR EL CIRCUITO SUDESTE

El primer presidente de la comisión directiva del Club de Polo “El Malón”, fue Anselmo Boussom, acompañado en los cargos siguientes por Carlos Courbet (vicepresidente); Graciano Etcheverrigaray (secretario); Rodolfo Rago (pro-secretario); Teodoro Eseverri (tesorero), y los siguientes vocales: Jorge Newton, Rodolfo Moure, Braulio Castaño y César Fernández Poblet. Cabe destacar las consagratorias participaciones que les cupo a esas primeras cuartetas de “El Malón”. Se destaca la que disputó la Copa Consuelo “Silvio Piana” en Mar del Plata, en el año 1934. Ganó todos los encuentros consiguiendo el título de campeones e invictos. Aquel team estuvo integrado por Eduardo Brown, Luis Trelaun, Osvaldo Fernández Poblet y Jorge Newton. Aprovechando debidamente esa racha ganadora, “El Malón” intervino en el Circuito Sudeste también desarrollado en Mar del Plata, donde reiteran la victoria e invictos. Con esos antecedentes obtienen la posibilidad de disputar la Copa Provincial de Palermo. En ese importante certamen no pueden revalidar sus bien ganados prestigios puesto que debieron enfrentar a equipos de mucha relevancia y mejor hándicap en el orden nacional, tales como Coronel Suarez (el más importante de esa época), donde militaban jugadores de la talla de Juan Carlos Harriot (padre) y el mundialmente famoso “paisano” Andrada. Al margen de los resultados adversos, la experiencia fue sumamente positiva para aquellos cuatro ayacuchenses: Eduardo Brown, Cesar Fernández Poblet, Osvaldo Fernández Poblet y Jorge Newton. Al año siguiente, 1935, la cuarteta de “El Malón” consigue nuevamente el título de campeones e invictos en el Circuito Sudeste jugado en Mar del Plata.

“TAQUEADAS” PARA EL RECUERDO

Basado en la opinión de convecinos interiorizados en la historia del Polo local, la época de mayores éxitos para “El Malón”, fue la comprendida entre los años 1932 a 1940. En canchas como “La Posta” de Olarriaga (Maipú), en General Madariaga, Mar del Plata, Azul, Necochea y otros lugares de una gran zona de influencia quedaron inmejorables antecedentes de las cuartetas de la entidad ayacuchenses. Entre los hombres que dejaron imborrables huellas por sus técnicas y astucias en el manejo del caballo, cabe mencionar a Roberto Rossi, Cecilio Sáenz (el “ñato” de Coronel Vidal), Jean Marie Trelaun, Marcos Aguirre (de Azul), “Pocho” Etchepare, Martín Newton, José Córdoba (el “chino”), Polito Rodríguez, Manolo Solanet y Esteban Díaz, entre otros, que se suman a los citados en las primeras cuartetas. Posteriormente, cabe recordar a Luis Trelaun (hijo), Eduardo Plorutti, Hernán y Tomás Naveyra, Raúl Etchepare (hijo), Juan José Mujica y otros, cuya mención sería por demás extensa con respecto a este modesto y escueto recordatorio.

NUEVOS VIENTOS DESDE “EL PORVENIR”

El color de la casaquilla de “El Malón” fue de negra, con bandolera y cuello color oro. Otro detalle: en el año 1934 se reunió la comisión directiva para dar por cumplido su ciclo. Tras varios cambios de opiniones, se decidió seguir jugando y como los éxitos llegaron de manera ininterrumpida, sus representativos (con comisión o sin ella) continuaron taqueando con su reconocido estilo y garra. Con el correr de los años se produjeron diversos altibajos, entre los que se realizaron intentos para reflotar la entidad. En ese aspecto se disputaron varios certámenes con la organización del Club de Polo “El Malón”. Uno de esos “enviones” tuvo lugar a partir del año 1965, oportunidad en que se concretaron numerosos eventos debido a la especial iniciativa del por entonces capitán Juan Carlos Etchepare. Actualmente, cabe esperar que los nuevos vientos azuzados por una nueva generación de excelentes polistas, ubique a ese deporte en el sitial de privilegio donde merece estar. Por ejemplo, el último fin de semana se desarrolló el torneo “90 Aniversario” del Club de Polo “El Malón”, tanto en la cancha ubicada en el predio del Tiro Federal, como en el establecimiento de campo “El Porvenir”. Esta movida es muy buena por donde se la mire, razón por la que hacemos votos para que reciba el apoyo necesario en memoria de aquellos, los de entonces…