Así como sorpresivo, resulta muy penoso el fallecimiento de la señora Beatriz Vitale, acaecido anteayer miércoles 30 de junio. Cuesta encontrar las palabras adecuadas para referirnos a esta infausta nueva, que sin lugar a dudas colma de profunda tristeza y desconsuelo a quienes la conocieron y trataron.
Como es sabido, durante los 46 años en que ejerció sus funciones en la Escuela Nacional de Educación Media Nº 1 (llegó a Ayacucho en el año1967), debido a su incuestionable capacidad y don de gentes, se granjeó el cariño y afecto del personal como de numerosas generaciones de alumnos que encontraron en ella a la par de una funcionaria sumamente capacitada y responsable, a una compañera y amiga en la que pudieron confiar cuestiones educativas como personales. Dotada de una cultura general y por ende excepcional, Beatriz Vitale, fue sumamente sensible a todas esas cuestiones personales que reiterando conceptos, la hicieron merecedora de las más sinceras y profundas consideraciones de quienes la conocieron y trataron.
Amaba entrañablemente a su ciudad natal, Azul, a la que le profesó gran parte de sus afanes, pero mientras residió entre otros, estuvo siempre atenta a diversas inquietudes culturales y de otras áreas, que acompañó con su presencia e incluso con sus conocimientos. Siempre tuvo a flor de labios la palabra justa y adecuada para cada fin. Solía visitar muy a menudo nuestra redacción y en ese quehacer, dialogábamos largo y tendido sobre diversas cuestiones que daban muestra de su constante interés por el desarrollo comunitario de ésta, su ciudad adoptiva a la que quiso entrañablemente y por la que trabajó en la mayoría de los casos de manera silenciosa pero efectiva.
Quien escribe recibió de Beatriz Vitale, sus constantes y alentadoras palabras para continuar escribiendo, a la par de sus consejos. En uno de esos amenos y distendidos encuentros, me sugirió incursionar en el nada fácil terreno de la novela. Hasta el presente no he podido hacerlo.
Fue una mujer admirable sin duda, y como tal será recordada toda vez que la cultura local se manifieste en cualquiera de sus áreas. En otros aspectos, merece el reconocimiento público sólo otorgado a una mujer extraordinaria, en el amplio e indiscutido sentido de la palabra.
AGB