¡Subió la nafta!!. Esta exclamación se ha convertido en un clásico en nuestro país, en los últimos tiempos. Aumentan los combustibles, y con ellos marchan aparejados los precios de los artículos de primera, segunda y tercera necesidad. Todo sube; se va hacia las nubes, mientras que los sueldos de los argentinos de medianos y bajos recursos se quedan estáticos. Pésimo presagio para los tiempos que se vienen.
En esta desenfrenada y desigual carrera económica «hacia la nada y la hecatombe», siempre perdieron «los de abajo», y lo seguirán haciendo cada vez más, mientras que lo que cobran los funcionarios, diputados, senadores, jueces y políticos en líneas generales con sus acólitos (ñoquis incluidos), se va hacia las nubes.
Lo cierto es que nuevamente aumentó el costo de los combustibles. En el orden local, consultamos con la estación de servicio YPF, quienes con la gentileza que los caracteriza nos suministraron los siguientes precios:
Diesel 500: $53,59
Diesel Infinia: $64.49
Nafta Infinia: $66.24
Nafta Super: $58,24