Como puede ser cierto en este país, que el gobernante que asume, a poco de andar en el cargo, base su mensaje en lo que ha heredado, criticando la gestión de su antecesor. Parece ser la muletilla de todos.
A María Eugenia Vidal según sus palabras y de testigos la gestión Scioli no le había dejado más que algunas sillas en la gobernación y muy poco dinero en las cuentas. Montos que eran totalmente escasos e insuficientes para abordar los compromisos más urgentes. Entre ellos la maraña de sueldos a pagar.
El tema de la herencia se prolongó en el tiempo y hoy resurge a través de las críticas que formula Axel Kicillof, muy a pesar que según testimonios de Vidal la situación no tiene punto de comparación a favor suyo. » La dejé muchísimo mejor de lo que la recibí» aseguró la ex-mandataria. El flamante Jefe de gobierno Provincial opina todo lo contrario.
Mientras que los funcionarios han hablado, lo hacen y continuarán con la misma tesitura, el ciudadano común que mira absorto, trabaja y paralelamente sufre para llegar equilibrado a fin de mes y así está condenado a seguir en un laberinto sin salida.
Ahora si me permiten, pregunto… que ocurriría si en este bendito país habláramos menos y trabajáramos más, dando por tierra con todos los ociosos que se sirven del estado.
No haría falta aceitar los ejes, el carro iría mucho más aliviado!!!.-