Por: Mabel Santos
La humanidad avanza hacia posturas impensadas y cuando observamos de cerca lo que acontece a diario en nuestra sociedad, los paradigmas nos causan asombro y porque no decirlo, nos ponen de un lado u otro de la vereda.
«Una calle nos separa» es el título de una canción del cantautor Leo Dan en la década del ´60, luego popularizada por el grupo Néstor en Bloque en otra versión más aggionarda en lo musical a la época.
Esto sirve si se puede comparar, con lo que ocurre en estos tiempos. Tal vez impensado por gran parte de la sociedad actual son los nuevos conflictos, paradigmas de nuevas concepciones de vida y convicciones que nacen en este milenio.
El año pasado se vio con gran notoriedad el conflicto entre los pro-aborto y los pro-vida, que llegó incluso hasta las propias escalinatas del Congreso Nacional, con media sanción en Diputados-representantes del pueblo- y el rechazo del Senado de la Nación, es decir de quienes representan a las Provincias.
Muchas fueron las voces en una y otra dirección, hasta el surgimiento de nuevos emblemas como los pañuelos verdes de un lado y los celestes del otro.
Ahora surge otro dilema que vuelve a separarnos ideológicamente. Por un lado los veganos y por el otro los productores del campo. El lugar de batalla la mismísima pista central de la Rural argentina. Un choque donde a los invasores no les importó el trabajo de un año de quienes apuestan a llevar lo mejor de la tradición, con pruebas de riendas incluidas y toda clase de producción ganadera. Por un lado el campo salva las papas a todo un país con su producción en la tierra, desde la semilla, las razas que apuestan a mejorar la calidad de carnes, hasta las más arraigadas costumbres y tradiciones, a la que entra también el deporte con el Pato y el Polo, por citar dos ejemplos. Razas que representan el trabajo de generaciones de producir con el vendaval de complicaciones que tienen los argentinos para llevar el producto hasta los mercados y que desembocan, inesperada e inexplicablemente-en esta vereda de enfrente entre veganos y productores. Ni mencionar siquiera que la Patria se gestó merced al caballo y será siempre una parte importante y destacada de la historia de nuestra Nación.
Ahora que más, nos preguntamos en el diario trajín de nuestras actividades: Boca o River-Macri o Fernández-Celeste o Verde-Carne o Verduras-que difícil es el comienzo de este nuevo ciclo universal donde todo nos separa y nadie piensa en propiciar un acercamiento con el que piensa distinto.