Vertigo MotorSport
La jornada en la que se ha reanudado la carrera coincide con una nueva orientación geográfica. El Dakar se dispone a adentrarse en el cuarto sudoriental de Arabia Saudí, con las dunas del Empty Quarter, que serán determinantes para el desenlace de la edición 2023, en el punto de mira. Entre tanto, los pilotos no habían dejado del todo atrás la zona recientemente anegada por las lluvias y han debido lidiar con unas dunas más accesibles, siempre que les mostrara el debido respeto, claro está. No ha sido el caso de Joan Barreda y Carlos Sainz, ambos heridos pero sin gravedad al inicio de la etapa. Los valientes que han seguido en carrera han debido enfrentarse a continuación a una navegación compleja y un pilotaje igualmente peliagudo entre cauces de ríos en ocasiones bien cargados de agua. El terreno no parece haberle planteado problema alguno a Luciano Benavides en motos ni a Sébastien Loeb, los más rápidos en los 359 km de la especial del día.
LO ESENCIAL
Los motoristas del Dakar juegan con los nervios de los aficionados, que son testigos tanto de giros inesperados como de una batalla repleta de incertidumbre ahora que el rally se adentra en un tramo que augura altas dosis de suspense. El gran vuelco del día lo ha provocado, muy a su pesar, Joan Barreda, que ha perdido hoy su estatus de líder en una mala recepción (ver “Un duro revés”). Otro de los grandes nombres podría haber sufrido hoy igual suerte, pero pese a protagonizar dos caídas y perder el road book, el retraso acumulado por Mason Klein no le ha dejado sin opciones. En el capítulo de grandes beneficiados del día, Luciano Benavides ha sido el más solvente y se convierte en el primer doble ganador de la categoría este año, mientras que su compañero de equipo en Husqvarna, Skyler Howes, sigue sin soltar las riendas de la general. El estadounidense resiste, pero empieza a notar el aliento de Toby Price en su cogote. El piloto australiano, que dejó atrás la era de Despres-Coma al imponerse por primera vez en 2016, recupera sus opciones con solo tres segundos de retraso en la general, mientras que otro ganador, Kevin Benavides, se encuentra también en condiciones de pelear por el oro, al ser 3º a 5’09’’. Algo más difícil lo tiene sin duda Adrien Van Beveren, que acumula 12 minutos de retraso, aunque tampoco debemos dar nada por perdido en vista de la dificultad que encierran las próximas cuatro etapas. En el caso de Nasser Al Attiyah, cada día que pasa se acerca un poco más a su quinta victoria, aunque niega, y con razón, la idea de que esté ya todo decidido. El viejo sabio del desierto nunca se alegra por las desgracias ajenas, si bien ha visto hoy cómo se diluía la amenaza de Henk Lategan, que ha salido perdiendo en la lotería de los problemas mecánicos. Carlos Sainz tampoco constituye una amenaza, pero ha tenido hoy en ascuas a la prensa española, descolocada por su trajín entre el hospital de Riyadh y el volante de su Audi RS Q e-tron E2, cuyo morro ha plantado entre dos dunas a la altura del km 6 de carrera. En la general, Nasser campa a sus anchas con 1h21’ de ventaja sobre Lucas Moraes y no pierde de vista a Sébastien Loeb, de vuelta al podio provisional tras firmar su tercer scratch del año, para mayor satisfacción por delante de sus dos compañeros de equipo (ver “La actuación del día”). Si bien Vaidotas Zala se ha quedado hoy a 3 minutos del tiempo de referencia, Lituania ha contado con una representación más que digna en quads con la victoria de Laisvydas Kancius, la segunda de su carrera en el Dakar, algo que no perturba la paz de Alexandre Giroud, cómodo líder de la categoría. En T3, el argentino David Zille se ha embolsado el oro, con solo 2” de ventaja sobre Guillaume de Mevius. Al belga le habría encantado ganar, pero ha estado como es lógico más pendiente de su duelo con Austin Jones, 2º a 12’43’’. En T4, la pugna entre Rokas Baciuška y Eryk Goczał cobra más intensidad cada día, con el joven polaco de 18 años imponiéndose hoy por tercera vez y recortando así 46’’ que podrían ser decisivos. A los dos chavales les separan apenas 5 minutos. En camiones, los percances de Martin Van Den Brink y de Martin Macik, varados durante una cuarentena de minutos, han dado alas a Ales Loprais en la general, y también a Janus Van Kasteren, ganador de su segunda especial y también 2º en la categoría, a casi 27 minutos del líder checo.
LA ACTUACIÓN DEL DÍA
Las buenas noticias no abundan en el equipo Prodrive, que ha dado un golpe de autoridad hoy al colocar los tres Hunter que siguen en carrera en el podio de la etapa del día. Se trata del primer triplete en la joven historia del equipo. Todo empezaba con un pequeño susto para Sébastien Loeb, que se las ha visto y deseado para arrancar su coche antes de la salida. El retraso en el encendido le ha valido 2’10’’ de penalización (aplicado solo a la clasificación general), pero eso no le ha impedido hacerse con su 3ª especial este año. El cazador jefe del Dakar le ha arañado 11 minutos a Nasser Al Attiyah y escala así un puesto en la jerarquía: es actualmente 3º a 1h43 del favorito. Justo por debajo de él en la clasificación encontramos a Vaidotas Zala, que se queda por segunda vez a las puertas de la victoria de etapa. El trío lo completa otro competidor que solo aspira ya a los scratchs, Guerlain Chicherit, que se quejaba en la meta de haber seguido la rodada equivocada de Mathieu Baumel, el que fuera su copiloto en sus inicios, y de haber sufrido un pinchazo. El ganador del Rallye du Maroc se ha colado por sexta vez en el Top 5 de una etapa este año.
UN DURO REVÉS
Joan Barreda lucía un mensaje claro en la parte trasera de su casco al inscribirse en su 13º Dakar, el año en que cumplirá los 40: “Last Shot” es el mensaje que podían leer los perseguidores de “Bang Bang”, una suerte de combinación entre “último baile” y “último disparo” de este cazador en serie que acumula 29 scratchs en el Dakar. La última conquista de este cazador de scratches sigue fresca, pues fue en la etapa 4, en la primera etapa en bucle alrededor de Ha’il. El español se encontraba a solo cuatro victorias del récord ostentado por Peterhansel y Despres. El día siguiente, Bang Bang tragaba polvo a raudales hacia el final de la etapa, otra especialidad del piloto de Honda. El piloto, que cuenta con su propio equipo apoyado por Monster Energy y se sienta al manillar de una máquina de HRC, firmaba hasta el momento una especial prudente, colocándose entre la 4ª y 8ª posición de la general desde el 1 de enero. Tras caerse hoy al inicio de la especial, Barreda ha debido entregar las armas. Se trata de la 6ª vez que Bang Bang se ve obligado a abandonar. Su mejor marca en el Dakar sigue siendo la 5ª posición lograda en 2017 y en 2022. En 1966, Cher lanzaba su segundo single, “Bang Bang”, en Estados Unidos, que se hizo famoso por una versión de Nancy Sinatra que le va como un guante a la carrera del simpático español, que por suerte ha salido ileso de una espectacular caída: “Bang bang, I hit the ground, Bang bang, that awful sound, Bang bang, my baby shot me down”.
EL DATO: 2”
El programa de la etapa 9 incluía 359 km de especial. David Zille ha sido hoy el más veloz en la contrarreloj del día. El argentino se ha embolsado de paso su primera victoria en el Dakar, un triunfo que ha debido pelear hasta el final. Guillaume de Mevius, Mitch Guthrie y Dania Akeel se han ido turnando en primera línea de carrera, pero ha sido finalmente Zille quien ha tenido la última palabra al parar el crono dos segundos antes que De Mevius. Ha necesitado exactamente 3h38’ para cruzar la meta, lo cual supone una velocidad media de algo menos de 100 km/h a lo largo de todo el recorrido. Teniendo en cuenta la escala de la especial, estamos hablando de una diferencia mínima. Dicho de otra forma, la victoria del día se ha decidido en 55 metros, apenas un grano de arena en el desierto…
W2RC: LOEB SIGUE AL ACECHO
Silencio, ¡el remake de la temporada 1 de W2RC entre Loeb y Al Attiyah se rueda en las inmediaciones de Haradh! El francés ha regresado hoy al segundo puesto de la general y lo ha hecho con sumo arte, pues se ha adjudicado su tercera especial. Aunque el catarí se ha hecho ya con varias, lo cierto es que el piloto de Toyota es 4º entre los inscritos en el campeonato del mundo. Cuando llegue el momento de hacer el cómputo final de la primera manga, cada punto ganado en una especial si se termina entre los cinco primeros puestos del día le permitirá al vicecampeón del mundo seguir en contacto con el piloto de Toyota Gazoo Racing si este último se sube a lo más alto del podio en Dammam. He ahí la estrategia que le permitió a Loeb regresar del Dakar 2022 en 2ª posición con solo 1 punto de distancia. El escenario es bien conocido, pero el decorado está llamado a cambiar mañana. Al Attiyah insiste, por si no lo han oído ya, en que se siente como en casa en el Empty Quarter.
CON SABOR A CLASSIC
Pasan los días y lo cierto es que se asemejan en la cabeza de los rankings de regularidad del Dakar Classic. La pareja de españoles que terminó 106ª el año pasado al volante de un Panda y que ha vuelto para intentarlo de nuevo al volante de un HDJ 80 no ha dado ningún paso en falso. Avanzan cual llanero solitario a años luz de la cola de la carrera, integrada por un pelotón de 9 equipos que acumulan los mismos puntos. No es casualidad pues han recibido todos la penalización máxima. Para ellos, ya se sabe, lo importante no es ganar sino participar y lo tienen totalmente asumido. Es el caso del equipo 725, que corresponde a la pareja holandesa Kamp y su CX. Han querido con su elección rendir tributo al primer vehículo de dos ruedas motrices que terminó el Dakar en 1981. Se trata del mismo coche que utilizaron los presidentes de la República Francesa en la época, y también un tal Thierry Sabine cuando partió a reconocer el terreno del 2º París-Dakar en 1979. Por aquel entonces, la marca francesa patrocinaba esta aventura del mundo del motor. ¡Los médicos del AMSAM, equipados en 1980 con diez Meharis, se acuerdan mejor que nadie, pues cubrieron la totalidad del recorrido!