Juan Bautista Cabral: el soldado que nació en Saladas y murió en San Lorenzo

Escribe: Abel G. Bruno

El 16 de enero del año 2002, Fernando Masello y quien escribe, arribamos a la ciudad correntina de Saladas, cumplimentando el raid ciclístico “Ruta de las Basílicas” conformado por Caacupé, Paraguay; Itatí, Provincia de Corrientes, y Luján, Provincia de Buenos Aires, a través de trece etapas y otros tantos clubes rotarios.
Habíamos partido a la hora 6 de la mañana desde Corrientes (capital), hasta la Basílica de Itatí. En el regreso y dejando a un costado a la capital correntina, aproximadamente a la hora 23 llegamos a Saladas (antigua San José de Las Saladas). Después de la cena compartida con el titular del Club Rotario, y los jefes del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, nos hospedamos en el Cuartel, donde fuimos testigos del extraordinario accionar de los servidores públicos debido a que los incendios forestales se sucedían sin interrupciones. Ingresaba una autobomba y partía la otra, así sucesivamente.
Puede leerse en nuestro libro de viaje (bitácora de pedaleo): “Abel y Fernando: En vuestro peregrinar, Saladas se congratula en recibirlos con los brazos abiertos, amor y paz. Esta Asociación de Bomberos, Cuerpo Activo y Comisión Directiva, se alagan de su estadía y les desean a ustedes éxitos en vuestro apostolado. Que el esfuerzo ya realizado y lo que queda por realizar lo hagan con ahínco y mucho amor. Rogamos a Dios y nuestra morena de Itatí, guíen vuestro accionar y sigan demostrando que con humildad, decisión y sin escatimar esfuerzos se logra lo deseado”. Hay 17 firmas, entre las que se destaca la del Comandante Inspector Miguel A. Ramos, Jefe del Cuerpo Activo.
En el breve pero muy ameno pasaje por esa generosa ciudad, me fue posible saber detalles muy interesantes sobre la historia de este centro de población, con sus fantasmas y tesoros, cuya fecha de fundación aún es imprecisa; se la ubica con mayor frecuencia el 19 de noviembre de 1732. Con respecto a lo antes escrito sobre tesoros y fantasmas, se cuenta que ante el avance de las tropas paraguayas durante la invasión a Corrientes, en plena Guerra de la Triple Alianza, antes de la precipitada huida los pobladores enterraron sus valiosas pertenencias (joyas) por si en el camino eran alcanzados por las avanzadas comandadas por el Mariscal Francisco Solano López. Los que se quedaron, las mujeres fueron violadas y los hombres pasados a degüello. Cuando se produjo el retorno, acallados definitivamente los cañones, muchos de los que escaparon habían muerto, llevándose a la tumba la ubicación de sus tesoros. Según nos manifestaron, de tanto en tanto y cavando cimientos, algún pozo, etc. algún poblador “pega al grito” al encontrar alguno de esos valiosos depósitos. A la par, son comunes las apariciones de fantasmas conformados por las “almas en pena” de aquellos que cayeron en manos de la soldadesca paraguaya.
Entre esos y otros temas transcurrió la cena y sobremesa en un restaurante cercano al Cuartel de Bomberos, hasta que uno de los amables anfitriones hizo mención al máximo orgullo que distingue a la comunidad de Saladas: “el Sargento Cabral; el que salvó al General José de San Martin de morir en San Lorenzo, nació aquí, en Saladas”.
Ante la cercanía de un nuevo aniversario de la muerte del General José de San Martín, nacido el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, Corrientes, y fallecido el 17 de Agosto de 1850 en Boulogne sur Mer, Francia, decidí compartir la historia del soldado Juan Bautista Cabral, a quien el reconocimiento popular le otorgó el grado de Sargento. Se trata de un muy interesante capítulo que obviamente, va mucho más allá del contenido de un libro escolar, generalmente sujeto a apretadas síntesis. Considero que es uno más, entre tantos reconocimientos a este bravo correntino cuya oportuna intervención en el combate de San Lorenzo, al salvarle la vida al por entonces Coronel José de San Martín, posibilitó que su superior forjara la libertad de América del Sur.
(Continuará)

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