El desfile oficial generó merecidos aplausos

Acostumbrados a no cumplir con horarios establecidos, principalmente aquellos que indican la hora de iniciación de un evento, innumerables “somnolientos” se vieron sorprendidas ayer domingo cuando confiando en que “el desfile no va a empezar antes de la hora 11”, arribaron a la avenida Dr. Pedro Solanet en torno a la hora 10.30 y se enteraron que a la par de la Fanfarria “Alto Perú” perteneciente al Regimiento de Granaderos a Caballo “Gral. José de San Martín”, abanderados y otras representaciones habían cumplido con sus cometidos.

El coordinador del área, Javier Echauri, oportunamente había manifestado su propósito de cumplir a rajatabla con la hora fijada para comenzar el desplazamiento a la hora 10, considerando el muy importante número de participantes, y así fue. Nuestro convecino, acompañado de eficientes colaboradores trabajaron a destajo para organizar el encolumnamiento sobre la avenida Dr. Julián Dindart, de cerca de un centenar de participantes entre carrozas, automóviles, representaciones tradicionalistas y mucho más, que conformaron un espectáculo que no obstante durar aproximadamente dos horas y media, agradó sobremanera a los miles de espectadores que fueron agregándose paulatinamente.

Hubo muchos aplausos acompañados de expresiones de júbilo y aceptación del desfile en todos sus términos. Como es lógico, las numerosas delegaciones montadas estuvieron de parabienes al desfilar con sus mejores “pilchas, caballos y emprendados”, puesto que nuestra Fiesta Nacional se presta para que así sea, una celebración al trabajo del hombre de campo a través del ternero.

Entre tantos aportes, el clima se asoció con creces, tanto que cercano el mediodía el sol se mostró en todo su esplendor para generar felices connotaciones que fueron aprovechadas debidamente, principalmente en el epicentro de tanto entusiasmo, la plaza Cristóbal Colón.

La oportunidad fue propicia para que se entregaran plaquetas a Beto Newton; familiares de Pastor Luna; veteranos de la guerra por la recuperación de nuestras Islas Malvinas y a Raúl Etcheverry. Oficiaron de maestros de ceremonia, Carlos Sferra y Diego Calderón.