Crónica de un tiroteo anunciado [2]

Escribe. Eduardo A. Volonté.-

Relatábamos en la nota anterior el clima de violencia que rodeaba las elecciones complementarias a realizarse en algunos distritos de Córdoba el 17 de noviembre de 1935 y como para garantizar los comicios una delegación de radicales se trasladó al pequeño caserío de Plaza de Mercedes.

Con un cielo nublado que anticipaba tormenta, los radicales se aprestaron para cumplir su tarea, cuando fueron interceptados por integrantes de las fuerzas policiales provenientes del comité Demócrata, ubicado cruzando la plaza.

Le bastó al Dr. Pedro Vivas identificarse como apoderado radical para que el Cabo del Escuadrón de Seguridad de Córdoba, José Albornoz le aplicara un brutal culatazo que lo derribara, y casi en simultáneo el Auxiliar Alejandro Martínez lo ultimara de un balazo.

La reacción radical no se hizo esperar.

Tampoco Carlos Moyano para confirmar su condición de campeón de tiro.

Albornoz -muerto en el acto- y Martínez -herido de muerte- fueron los primeros en caer. El resto, quizás sorprendidos por la firme reacción radical, cruzaron la plaza y desde el comité Demócrata continuaron el tiroteo.

Los muertos 

Cuando dejaron de hablar las armas, los cuerpos sin vida de Pedro Vivas, el cabo Albornoz, el agente Enrique Castro, el sargento Millone y los subcomisarios Lorenzo Daniele, Agustín Juárez y Agustín Palacios daban testimonio de la intensidad de la balacera intercambiada.

No fueron los únicos muertos, en el trayecto a Santa Rosa falleció el subcomisario de Plaza, Ugolino Olmos (el mismo que dentro del cuarto oscuro con su máuser sugería a los votantes “hacerlo bien”) y en el Dispensario el oficial Alejandro Martínez (matador de Vivas). Por su parte, en el Hospital San Roque de la ciudad de Córdoba falleció el agente de escuadrón Mamerto Arias.

También resultaron heridos los Agentes José Villafañe y Justo Baigorria.

Por su parte, en las filas radicales a la muerte de Pedro Vivas, se sumó luego la de Agobar Bruno Anglada, quien habiendo recibido un disparo en una arteria falleció horas después desangrado.

El Ing. Pérez Ares y César Cuestas Carnero, dirigente de la Federación Universitaria, sufrieron heridas.

La rápida retirada de los radicales con su muerto y heridos a cuesta se hizo por intransitables caminos fruto del aguacero ya desatado.

Cuando anochecía encontraron refugio en Jesús María en la casa de un correligionario de apellido Cevallos.

Mientras tanto a Plaza de Mercedes horas después llegaron el Juez del Crimen Dr. Clodomiro Novillo, el jefe de Policía Manuel Villada Achaval, los médicos de policía doctores Ricardo Revol y Eliseo Vivanco, el jefe de Investigaciones Sr. Lawson y el Jefe de Escuadrón de Seguridad Eugenio Polzano.

Le tocó al Comisario Fonseca con su tropa perseguir en vano a la comitiva radical.

Desde el Comité Capital de la UCR llegaron su presidente Santiago del Castillo, Andrés Rampoldi, y Gabriel Oddone.

Obligados a retirarse del lugar, al paso por Santa Rosa fueron detenidos por orden del Diputado Vázquez Cuestas y luego liberados, para ser de nuevo detenidos en Estación Río Primero.

De película 

El episodio no solo quedó grabado en la memoria de los radicales cordobeses y de todo el país, sino que también generó una película estrenada en 2011, titulada “Hipólito”, en la que en una mezcla de ficción y realidad, se narran en cien minutos los hechos desde la doble óptica de un niño de 7 años (Hipólito) que espera el regreso de su padre, del que solo sabe que es radical y lleva su mismo nombre, y de un joven abogado llegado para fiscalizar contra el fraude.

Bajo la dirección de Teodoro Ciampagna, autor junto Javier Correa Cáceres del guión, el elenco lo integraban –entre otros- Lucas Gamarra (Hipólito); Enrique Liporace (Argüello); Tomás Gianola (Marcelo Frías) ; Luis Brandoni; Pablo Tolosa (Pedro Vivas); Leopoldo Cáceres (Amadeo Sabattini); Ricardo Bertone (Agobar Anglada) y Daniel Valenzuela.

Sobre Pedro Ezequiel Vivas, digamos que este cordobés nació en 1895, graduándose en 1915 de Abogado y Doctor en Derecho con la tesis llamada “Influencia de la Filosofía del Siglo XVIII en la Revolución Argentina”.

Desde joven comenzó su actuación política y pública desempeñándose como subsecretario en la gobernación del radical Eufrasio Loza (1916-17). A los 22 años fue electo diputado provincial para el período 1918-20, integrando luego la Cámara de Senadores entre 1926-30, presidiendo el bloque partidario.

Hoy entre otras recordaciones, llevan su nombre una plaza y el comité UCR de la Sección octava en la ciudad de Córdoba, y una pequeña localidad del Departamento Río Primero (al igual que Plaza de Mercedes)

En el año 2011 se inauguró en Plaza de Mercedes el denominado Museo de la Democracia, donde se recuerdan estos episodios, como también un monumento erigido en la plaza del lugar.

Dos muertos por el radicalismo, nueve por los conservadores, fueron el trágico saldo de aquella violenta jornada.

EL escrutinio final daría en la provincia una ventaja de 5.800 votos a favor del a fórmula radical.

Amadeo Sabattini siempre reconocería después, que fue allí donde ganó su cargo.

Por esos días el senador Lisandro De la Torre diría que “con la candidatura de Amadeo Sabattini se salvó en Plaza de las Mercedes el honor de la República”.

Las muertes de Pedro Vivas y Angobar Anglada no fueron en vano.

En Plaza de Mercedes se troncharon sus vidas, pero también allí se terminaron para siempre los tiempos del fraude electoral en Córdoba.

Por eso no es exagerado el monumento que al ingreso del pueblo califica a Plaza de Mercedes como “símbolo de democracia”.-