Especial para La Verdad, por Oscar H. Filippi: Los especialistas en temas navales, Ricardo Burzaco, Pablo González y Carlos A. Dobelli, efectuaron un excelente trabajo de recopilación de datos relacionados con el accionar del portaaviones “ARA Independencia”, algunos de los cuales compartimos más abajo al solo efecto de recordar que en cierto pasaje de nuestra historia, la Armada Nacional estuvo a la vanguardia en Latinoamérica, al contar en servicio con una nave de esas características.
La desaparición de ese y otros buques nos ubican actualmente “al fondo de la tabla”. A la par que el personal de submarinos tiene que efectuar su preparación en Perú, al no contar con sumergibles, el patrullaje de nuestro extenso litoral marítimo quedó supeditado a varios guardacostas poco menos que obsoletos, no obstante los esfuerzos del personal por ponerse a tono con la realidad marinera.
Esa situación de abandono y desidia por parte de los últimos gobiernos argentinos, permite que las flotas pesqueras (factorías) de numerosos países europeos y asiáticos, prosigan depredando nuestro espacio marítimo a escasas millas de nuestras costas, sin encontrar ninguna oposición.
UNA HEGEMONÍA DE TRES DÉCADAS
Cuando en el mes de junio de 1959 el portaaviones “ARA Independencia” realizó su primera navegación operativa al Golfo Nuevo, la Armada Argentina incorporó una capacidad única en la región que ostentó por aproximadamente 30 años. Al principio fue con aviones de entrenamiento SNJ-5 Texan y cazabombarderos F-4U5 Corsair. Dos años más tarde completaría su dotación con el mejor avión embarcado antisubmarino del momento, el Grumman S-2 Tracker, superior a sus competidores, el Fairey Gannet británico y el Breguet Alizé francés.
Su compra fue muy discutida políticamente en aquellos años finales de la década de 1950. Incluso hoy podemos discutir históricamente si fue apropiada la incorporación de un portaaviones incapaz de lanzar jets cuando la Aviación Naval ya tenía al alcance de la mano el Grumman F-9F Panther. Cierto es que el “ARA Independencia” debió ser reemplazado con sólo nueve años de uso.
No obstante, sí podemos afirmar que el portaaviones “ARA Independencia” se convirtió en una accesible plataforma para generar doctrinas y formar decenas de pilotos con la habilidad de ubicar una pista en el océano de 200 metros de largo y enganchar el avión en menos de 30 metros.
Con respecto a los aviones embarcados, fueron los siguientes: North American SNJ-5C Texan (entrenador avanzado). Chance Vought F4U-5N / NL Corsair (caza y ataque). Grumman S-2A /F Tracker (ASW). North American T-28P Fennec (entrenador/ataque). Grumman F-9F Panther (caza) una sola operación de enganche.
HITOS DEL GRUPO AEREO EMBARCADO
Primer avión argentino en enganchar: NA SNJ-5 el 8 de junio de 1959, piloto CC Justiniano Martínez Achával.
Primer avión F4U-5 Corsario en enganchar: 9 de junio de 1959, piloto CC H. Frontroth.
Primer catapultaje: 6 de diciembre de 1959, F4U-5 Corsario, piloto CC H. Frontroth.
Primer avión S-2A Tracker en enganchar: 25 de abril de 1962, piloto CC Jorge Grau.
Primer y único enganche de un jet: 27 de julio de 1963 avión F-9F Panther, piloto CF Justiniano Martínez Achával.
Primer catapultaje avión Tracker: 12 de noviembre de 1963.
Enganche número 5.000: 5 de noviembre de 1967 con S-2F Tracker (2-AS-7), piloto TN Juan Salaverri.
Primer enganche avión NA T-28P Fennec: 30 de mayo de 1968, piloto TN Rodolfo Pourraín.
Ultimo enganche: 11 de diciembre de 1968 avión S-2F Tracker (2-AS-2) TN Juan P. Villemur.
NOTAS: Los SNJ-5 y los T-28P no estaban diseñados para ser lanzados con la catapulta. El sistema S-2A/F Tracker sólo perdió uno de sus aviones. Fue durante un enganche nocturno donde el avión 2-AS-3 resultó seriamente dañado pero no se produjeron víctimas.