48º edición de nuestra Fiesta Nacional: será todo un placer estar…

Ayer lunes nomás, con los últimos tizones encendidos en alguno que otro fogón, nos abocamos a “hacer cuentas” sobre esta 47º edición de la Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra cuyos ecos se van apagando, porque inevitablemente se los lleva el viento que viene desde el fondo de la vida.
Sin aguardar un ápice que alguien nos haga llegar su parecer sobre nuestro trabajo, a fuer de ser sinceros, nos sentimos muy satisfechos por nuestra tarea cumplida. Creemos haber estado en todos los eventos insertos en el programa y en última instancia, aún con nuestra presencia recurrimos a algunas “gauchadas” de colegas que nos alcanzaron tal o cual información escrita.
Como consecuencia del espíritu periodístico que acompaña a LA VERDAD desde el año 1905, en los días previos y durante el sábado 3 y domingo 4 de mayo del año 1969, fuímos el único medio escrito que meses antes y otros tantos después, estuvo incondicionalmente con la primera edición de la Fiesta Nacional del Ternero y Día de la yerra. No nos jactamos de ello; nos enorgullecemos. Cincuenta años después (con tres ediciones suspendidas), retornamos a estar de manera concluyente apoyando un evento que nos resulta sumamente gratísimo a nuestros mejores sentimientos ayacuchenses.
Estuvimos sí, en aquellas primeras horas. Y lo hicimos ahora como único medio diario escrito, cuando han transcurrido cinco décadas igual a otros tantos soplos al corazón, que fuímos acumulando en nuestros mejores recuerdos sobre un oficio sobre el que edificamos nuestros mejores sueños y esperanzas.
Con muy escasos dividendos económicos (casi nada), pero con una inmensa fortuna espiritual que nos colma de legítimo orgullo. Cuando casi todo se ha “materializado”, nosotros continuamos transitando por la senda un tanto romántica y bastante bohemia que trazaron nuestros antecesores. Con bolsillos “flacos” pero con el corazón contento, que aún por estos días de eso también se vive…
En esta oportunidad, desde LA VERDAD fuimos varios los que les pusimos el hombro al máximo evento ayacuchense. Como desde 1969, y como siempre, no pudimos sustraernos al influjo que ejerce sobre nosotros ese “estar” junto a la comunidad y en un evento que entre otras virtudes, desde el primer paso nos sacó del anonimato como pueblo casi perdido en el ámbito bonaerense, y nos catapultó hacia esferas sumamente importantes a nivel país.
¡Cómo no vamos a estar!, si al margen de toda cuestión comercial somos ayacuchenses de alma y corazón. Basta con “ojear” las muy viejas y amarillentas colecciones para exponer, con legítimo orgullo y sin jactancia, que este medio periodístico caminó durante más de una centuria a la par de todos los quehaceres generados por varias generaciones.
Reiterando conceptos, fuimos una parte importante de la primera edición (primer periodista y medio acreditado). Aportamos lo mejor que tenemos y podemos para esta 47º edición. Posiblemente con algunas falencias tecnológicas, pero humanamente sin ningún tipo de retaceos.
Nuestro director, Oscar María Albano, escribió varias editoriales a la par que su cámara fotográfica captó con acertada justeza los momentos más trascendentales de la fiesta.
La Sra. Mabel Santos, cubrió el evento correspondiente a la Coronación de la Reina Nacional y sus respectivas Princesas.
Quien firma, se hizo cargo de la cobertura del Certamen Nacional de Canto Folklórico; apertura de la Exposición de los Microempresarios; de los eventos tradicionalistas desarrollados en la chacra municipal “Brig. Gral. Juan Manuel de Rosas”; de la Noche de las Aspirantes y del Desfile Oficial, amén de otras notas menores por el estilo.
Pero no estuvimos solos. Cabe destacar sobremanera la participación de las señoras Leticia Cabrera y Olga Guglielmone, recabando datos vía internet y en suma, colaborando en todo lo que les fue posible. Oscar Loscalzo, diagramando en las computadoras las ediciones para que tuviesen su curso adecuado. Camilo Corral, haciendo malabares con la impresora para que los respectivos ejemplares llegaran a las manos de los suscriptores de la mejor manera posible. Obviamente, las tareas hubiesen resultado imposibles sin nuestros distribuidores (antiguamente denominados “canillitas”), quienes también aportaron lo suyo.
Tiempo y Dios presente, esperamos estar “al pie del cañón” en la 48º edición del año 2020. Como carecemos de la mítica “Bola de Cristal”, nos limitamos a hacer votos para que tal situación por ahora intangible, se materialice. Será un inmenso placer estar nuevamente junto a nuestra querida Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra. Como ayer, como hoy y como siempre…

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