La vicegobernadora Verónica Magario estiró una definición política clave hasta último momento. Pero hoy confirmó que, en realidad, fue candidata testimonial.
Desde un princioio se supo que Magario podía ser testimonial. Pero ella estiró hasta último momento la opción entre renunciar a su banca en Diputados -la ganó como cabeza de lista por la tercera sección electoral- o pedir licencia,para evantualmente asumir al final de su mandato en el Ejecutivo. La segunda opción, que se barajó hasta hoy, implicaba pedir antes licencia en el Senado para sumir figazmente en la cámara Baja, al solo efecto de pedir también licencia allí. Después, reasumirpa en la cámara Alta. Sin embargo, en el lapso entre irse y volver, el libertario disidente Carlos Kikuchi, único vicepresidente al que no se le venció el mandato, hubiese quedado a cargo del cuerpo.
Aunque la definición de hoy llevó cierta tranquilidad al oficialismo, la situación en el Senado seguirá tensa, mientras no se resuelva la pelea por los cargos, que se definen por votación del pleno. Magario no tiene muchas opciones para seguir estirando una convocatoria a sesionar, pero cuando eso ocurra se supone que el cristinismo impondrá su voluntad. Sería un capítulo más de la interna sin fin entre cristinistas y axelistas.
Fuente: Agencia DIB.

