Escribe: Eduardo A. Volonté
El gobierno de Milei dio un paso más en su decisión de poner al país al margen del resto del mundo.
Un mes atrás, el gobierno renunció al Pacto del Futuro aprobado por 143 países en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El propio Milei en su intervención en el 79 período de sesiones de ese organismo internacional acusó al Pacto y a la Agenda 2030 de tener un contenido de corte socialista.
Algo raro de creer, teniendo en cuenta que al Pacto lo firmaron entre otros Estados Unidos, los países de Europa, e Israel.
Le tocó ahora el turno de rechazar el documento sobre Empoderamiento de la Mujer, acordado el pasado día 11, en Brasilia por las ministras y secretarias de Mujeres y de Igualdad de los países miembros del G 20, y que será considerado en la cumbre del 18 y 19 de noviembre próximo en el plenario de Río de Janeiro.
SOLO FRENTE AL MUNDO
No está de más recordar que el G 20, es el principal foro intergubernamental de coordinación económica y financiera internacional, integrado por Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, Estado Unidos, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica , Corea del Sur, Turquía, Reino Unido, la Unión Europea y la Unión Africana.
Sobre el poderío que representa, digamos que sus miembros constituyen el 85 % del PBI mundial, el 75 % del comercio internacional y el 66 % de la población del planeta.
La reunión de Brasilia significó una instancia importante, en tanto que es la primera vez que el G 20 conforma un grupo específico para abordar las problemáticas vinculadas a la equidad de género.
El documento consensuado reconoce «que todas las mujeres y niñas enfrentan barreras particulares debido a diversos factores además de su género» y «que todas las mujeres y niñas son agentes de cambio y tienen un papel importante en la toma de decisiones, el liderazgo y la respuesta a desafíos globales». Además, indica que «deberían poder contribuir por igual a todos los sectores y en todos los niveles».
El texto señala una serie de ejes que deberán ser abordados por los jefes de Estado en su encuentro de noviembre.
Así se proponen: “promover la igualdad de género, la autonomía económica y la economía y los sistemas de cuidado del cuidado; eliminar la misoginia y prevenir y poner fin a la violencia de género; e impulsar acciones climáticas sensibles al género”.
Nada de esto es compartible para el gobierno nacional.
REINCIDENTE
Claro que no sorprende esta decisión de la gestión de Milei. Basta recordar que una de sus primeras medidas fue la eliminación del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, al que convirtió en una subsecretaría de Protección contra la violencia de Género, que antes de cumplir seis meses la disolvió.
También desmanteló el Instituto contra la Xenofobia y el Racismo (INADI).
Con un fuerte valor simbólico, Milei eligió el Día Internacional de la Mujer para cambiar el nombre del Salón de las Mujeres en la Casa Rosada, por el de Salón de los Próceres.
Sus anacrónicas ideas en materia de género también lo acompañaron en sus intervenciones en el Foro de Davos, la asamblea general de la ONU y su visita a España invitado por el ultraconservador partido VOX.
Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, recodó que también en junio en Asunción (Paraguay), en las reuniones previas a la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) se “rechazó reconocer la importancia de la violencia sexual contra mujeres y niñas”.
Podrían además, enumerarse una larga lista de programas gubernamentales vinculados a las cuestiones de género que la actual gestión suspendió o retiró su financiamiento.
El presupuesto para 2025 solo agrava la situación. Como lo señala Mariana Arias (Clarín. 17/10/24) “El Ejecutivo planea eliminar partidas enteras para la prevención y asistencia ante la violencia de género, como el Programa Acompañar y la Línea 144. Tampoco prevé presupuesto para la Educación Sexual Integral, busca recortar un 78% al Plan de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia y un 83% a la inversión en Infraestructura social y del cuidado, como la construcción de jardines de infantes.”
Quien no se anduvo con medias palabras para referirse a la actitud argentina en la reunión del G 20, fue la representante de temas de género del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño, Vanessa Dolce de Faria. Su opinión en X, fue tan breve como contundente: «Cuando la extrema derecha avanza, las mujeres pierden. Argentina es el único país del G20 que no se suma al consenso sobre igualdad de género».
En Argentina, donde en lo que va del año hubo 225 femicidios, una víctima cada 28 horas, y la violencia de género es parte de la rutina diaria, donde las condiciones laborales para las mujeres son cada vez más injustas, parece ser que para el presidente Milei nada de esto merece ser tenido en cuenta.-