Interesados en conocer la forma de manejarse de la gente cuando ingresa a un supermercado y carrito en mano va cargando los distintos alimentos, fuimos hasta un centro de que expende alimentos y nos detuvimos a observar la manera de actuar en la góndola.
Vimos lo que nos imaginábamos y luego corroboramos con los responsables del mismo.
«Todo el mundo o la gran mayoría mira precios, piensa y elige lo elemental ya pocos cargan sin mirar, ello ha quedado en el pasado. Evidentemente las compras disminuído porque la plata no alcanza».
Nos comentaba uno de los titulares del comercio.
«Ocurren dos cosas que ya perjudican la caja diaria y nos preocupa porque no hay miras de que la vorágine de valores se recomponga, una es el gran achicamiento en el margen de marcación que se instala en un límite peligroso para nosotros. Ello convive con la merma de ventas que se nota, a la par de ello los costos fijos son muy altos, cada vez más altos. Todo conforma una situación difícil».
«Vamos de ofertas en ofertas, claro que no sabemos hasta cuando».
Preocupante, máxime si se está hablando de artículos de primera necesidad como es la alimentación. Lo mismo ocurre con la gran mayoría de otros negocios que son la caja de resonancia de una situación de crisis económica que siempre castiga, en un país muy comprometido con gobernantes nacionales y provinciales que permanecen indiferentes, con altos indices de inflación y presión tributaria, donde aflora la inseguridad y la falta de previsibilidad en el mañana.
Quienes trabajan están preocupados. Otros sin hacer nada, viven de parabienes….
Hasta cuando?
OMA