Diego De Carlo armó un taller en Canning al nivel de las grandes estructuras del Turismo Carretera. Con “casa” propia y su flamante Chevrolet se ilusiona con pelear adelante. Allí ha ingresado como parte del mismo el joven ayacuchense Juanse Contino que sigue a la categoría máxima del automovilismo nacional, es amigo de Gastón Mazzacane e integró » La 15″ como se denomina la barra principal de Chevrolet.
Juanse nos dice que…..
Diego De Carlo (45) cumplió el sueño que tiene todo hincha fierrero: saltar al otro lado del alambrado, convertirse en piloto del Turismo Carretera y nada menos que arriba de un Chevrolet, la marca que alentaba desde la tribuna. Debutó en la “máxima” el 11 de febrero de 2007, de ese día pasaron 13 años y 189 carreras. Y ahora tiene su propia estructura, el LRD que -según explicó- son las iniciales de lealtad, respeto y dignidad.
A su estructura le puso de nombre LRD que son las iniciales de lealtad, respeto y dignidad, algo que en el automovilismo hay muy poco. El taller fue terminado hace muy poco y por los efectos de la cuarentena obligatoria por el Coronavirus todavía no pudieron mudar todos los autos. Para Diego este es un taller modelo, con detalles para que los 7 mecánicos que trabajan en los autos y el resto de los integrantes de la estructura tengan todas las comodidades.
Tiene un comedor diario, habitaciones donde reside el equipo, baños individuales con ducha, oficinas para los ingenieros. Además hay 5 boxes de trabajo, todos equipados, muy parecido a lo que tiene el JP Carrera.
El equipo de Diego De Carlo está conformado por Diego Benavídez en la parte mecánica y Fabián Fuentes como director técnico. Pedro Viglietti es el director deportivo y la motorización del multiválvulas Chevrolet está a cargo de Daniel Berra. Desde ayer lunes Juanse que ya reside en Canning, se encargará de las tareas que indique Fabián Fuentes.
El proyecto está pensado –en una primera etapa- para albergar a 4 autos: El flamante Chevrolet que estrenó en la 2ª fecha en Neuquén, la Volkswagen Amarok con la que compite en el TC Pick Up, y las 2 Chevy de TC Mouras que atiende el Benavídez Racing y que manejan Sebastián Salse y Maximiliano Vivot.
El flamante predio tiene casi 700 metros cuadrados y espacio para atender a 5 autos.
“Cuando deje de correr la idea es continuar el proyecto, armar una buena base para que el piloto que quiera venir al equipo tenga todo lo mejor. Pasé por muchos equipos donde era un número, ahora quiero lo mejor. Por eso a mi estructura le puse de nombre LRD que son las iniciales de lealtad, respeto y dignidad, algo que en el automovilismo hay muy poco. En este ambiente hay mucha falsedad, hipocresía y mentira y yo busco revertirlo, quiero mostrar algo diferente”, marcó el piloto de Chevrolet.
El presente lo encuentra más abocado que nunca al proyecto, porque más allá de las proyecciones a futuro, De Carlo apuesta a mejorar su performance en la pista. “Lo poco que giré con el nuevo Chevrolet noté que tiene un potencial enorme. Mi objetivo es meterme entre los 10 primeros de manera regular y firme. Nunca trabajé tanto para lograr este objetivo, antes priorizaba mi laburo privado y al automovilismo lo tenía en un 2º plano, pero ahora estoy más abocado al auto tanto abajo como arriba del mismo”, cerró Diego, con objetivos bien claros, y con toda la ilusión a cuestas.
De esta manera este chico de nuestra ciudad, conocida su pasión por el TC, logra cumplir un sueño largamente anhelado.