Nos encontramos en pleno desarrollo de las vacaciones de invierno. Un descanso para los estudiantes de todos los niveles, y para los familiares en lo que respecta a la genta menuda, principalmente para mitigar el clima que por momentos se muestra en toda su dureza.
En el orden local, la Dirección Municipal de Cultura, y otras entidades, conformaron un programa muy abarcativo de eventos para todas las edades y predilecciones. Enhorabuena que así sea, debido a que como es lógico entender, no todas las familias pudieron viajar para encontrar ese anhelado espacio de descanso y esparcimiento.
Para quienes tuvieron la oportunidad de trasladarse hasta Mar del Plata, es muy posible que hayan visitado «Tecnópolis», un complejo recreativo y educativo de proporciones extraordinarias, atendido por numerosas personas especializadas en cada área. Si se les pregunta a los niños por el lugar donde disfrutaron más, sin lugar a dudas responderán que les gustó sobremanera el parque de los dinosaurios, y no es para menos.
Se trata de un espacio no muy grande, donde se ubican las asombrosas réplicas en tamaño normal, de aproximadamente diez animales prehistóricos que habitaron nuestra Patagonia, hace millones de años. Mueven desde sus ojos, hasta la más pequeña de sus extremidades, y mediante un adecuado sistema de sonido emiten rugidos. Un espectáculo sorprendente, que deja boquiabiertos a chicos y grandes.
«Tecnópolis», ubicada primitivamente en Buenos Aires, cabe reiterar que actualmente se encuentra en Mar del Plata (avenida Juan B. Justo). Debido a lo manifestado por órganos gubernamentales específicos, se ha convertido en itinerante. Cabe entonces preguntarse si no sería posible trasladar parte de ese complejo a Ayacucho. No es descabellada la idea, si nos referimos únicamente a los dinosaurios, que bien podrían ubicarse en alguno de los varios espacios naturales que posee el Complejo Recreativo y Deportivo Comunal del Club Independiente.
Este evento de concepciones poco comunes, el domingo 28 se traslada desde «La Feliz» a Villa Martelli
. Quizás con más tiempo y posibilidades, hubiese sido un atractivo más que descollante para nuestra comunidad. En una de esas se puede averiguar lo antes sugerido, por adecuados conductos de gobierno.