Se trata de Juan Martín Rosso, un profesor de teatro acusado de abusar sexualmente de un niño de 4 años en un jardín de infantes, que terminó absuelto por la Justicia tres años después.
Juan Martín Rosso, profesor de teatro de Tandil acusado por un caso de abuso que nunca existió. (El Eco)
Juan Martín Rosso, un docente de Tandil que en 2019 fue acusado de abusar sexualmente de un niño de 4 años y que tres años después resultó absuelto por la Justicia, presentará una obra en la que narra parte de lo vivido durante sus años privado de la libertad, mientras no descarta realizarle un juicio al Estado.
La obra, llamada “Escuela bajo sospecha”, que se estrenó en septiembre de 2023, se ofrecerá desde este domingo a las 20 en el Teatro La Fábrica, en Pinto 359, de la localidad serrana bonaerense. Forma parte de la grilla del 23° Mayo Teatral de Tandil y, según informa El Eco, apunta también a concientizar sobre la problemática de las falsas denuncias que recaen sobre la comunidad educativa.
En una entrevista con el medio tandilense, Rosso, de 33 años, aseguró que “la obra es una de las formas que encuentro para que la gente pueda entender mejor lo que viví. A través de una lectura de un diario o la escucha de una radio la persona puede llegar a dimensionar algo pero a través del arte, la música, la poesía, la pintura, el teatro, podemos llegar a algunas fibras más profundas”.
“Generaría un precedente importante”
El profesor de teatro apuntó directamente contra el fiscal y la jueza de la causa, José Ignacio Calonje y Stella Maris Aracil , y contó que, junto a su familia, no descarta la posibilidad de iniciarle un juicio al Estado. “No sería un juicio contra las personas directamente, sino contra el Estado”, aclaró. Y dijo que, si bien “no tengo ganas de estar años y años pendiente de eso”, en caso de resultar exitoso, el caso “generaría un precedente importante”.
Hace casi cinco años, en julio de 2019, comenzó para este docente el proceso que culminaría con su absolución.
“Yo realmente no lo viví como algo totalmente traumático, dramático o desolador. El tener toda la contención de familiares y amigos, sentir que no estaba solo y tener de mi lado la verdad -saber que yo no había hecho absolutamente nada- me hizo transitar esos dos años de detención con templanza, aunque obviamente hubo momentos críticos”, dijo Rosso.
“Lamentablemente, en la primera instancia de investigación el fiscal Calonje y la jueza Aracil no hicieron bien su trabajo: no investigaron, no sentaron la cola en la silla y no leyeron; no estudiaron y ni siquiera fueron al Jardín a ver cómo eran las instalaciones”, aseguró Rosso.
Y continuó: “No les tomaron declaraciones a las maestras que habían estado todo el tiempo conmigo, no le dieron bolilla a las tres pericias médicas que le hicieron al niño en su momento y que decían que no había pasado absolutamente nada. Además hicieron oídos sordos a los dichos de los mismos padres del niño que contaron que, de pequeños, ellos habían sufrido abuso”.
El profesor de teatro afirmó que “hay muchas denuncias de abuso en general, y está muy bien que se denuncie; se destapó la olla. Antes pasaba y nadie decía nada. Sabemos que el abuso sucede y que es sobre todo intrafamiliar. Yo integro un grupo de WhatsApp que está lleno de docentes acusados falsamente y la mayoría resultan, a la larga, absueltos”.
Junio de 2022
La causa, caratulada como “Abuso sexual gravemente ultrajante”, llegó a juicio en junio de 2022. En ese entonces, al no encontrar pruebas suficientes para acreditar el hecho que se le había imputado, el tribunal conformado por los jueces Carlos Pocorena, José Alberto Moragas y Virginia Giombini determinó por unanimidad la absolución del docente y ordenó su inmediata libertad.
En agosto del año pasado, la Cámara de Casación Penal de La Plata confirmó la absolución del profesor y emitió un fallo lapidario contra la Fiscalía.
Rosso estuvo detenido desde octubre de 2019, primero en una comisaría de la localidad de Benito Juárez, luego en la Unidad 37 de Barker y, finalmente, en 2020 le otorgaron la prisión domiciliaria.
“Con el tiempo me fui enterando de que en otras oportunidades hubo otras denuncias a docentes, pero que muchas se cayeron, bien porque la familia se dio cuenta de que no había pasado nada o bien porque la Justicia hizo bien su trabajo”, comentó Rosso. Y siguió: “En mi caso, las cámaras Gesell a los nenes también estuvieron muy mal hechas: se agarraron de frases sueltas que dijo el niño en media hora y con eso armaron algo que les podía llegar a justificar lo que querían decir; fue todo muy absurdo. Un absurdo que me llevó a estar dos años privado de la libertad y que a mi familia le ocasionó un gastadero de plata impresionante”.
Sobre las posibles reparaciones que plantea pedir, el docente aseguró que “estamos barajando la posibilidad de hacerle un juicio al Estado. Yo no tengo ganas de seguir involucrado con la Justicia ni con la Policía; cuanto menos contacto tenga, mejor. Eso se lo dije a mi familia, pero obviamente no los voy a privar a ellos de hacerlo porque los daños y perjuicios no solo me los hicieron a mí sino también a mis seres queridos. No sería un juicio contra las personas, en este caso Calonje y Aracil directamente, sino contra el Estado. Me sorprendería mucho que el Estado se hiciera cargo del error que cometió; sería hermoso, eso sí, pero lo veo improbable. Por eso no tenía ganas de meterme directamente, aunque también es cierto que generaría un precedente importante”. (DIB con información de El Eco de Tandil) MMrosso