Es realmente tonificante, tras el parte de la hora 21 y minutos, observar un estado de situación más equilibrado en números que se alejan del golpe duro que significaron los primeros hisopados positivos y por lógica consecuencia se acercan a un estado lindante con la normalidad. Auspicioso.
Cuando se produjo ese momento no deseado que hizo volar en pedazos la fase 5, que tanto costó obtener, nó por la situación imperante sino por la tardanza en el reconocimiento por parte de la autoridad provincial, en su momento, muchos alzaron la voz en disconformidad con la forma de actuar de quienes tienen la responsabilidad de conducirnos. Advertían fallas en diversos sectores y formas de manejo. Las redes, que estallaron, lo marcaron con elocuencia. Y vaya que no está mal hacer conocer una forma de pensar. Es un derecho que le asiste a cada ser humano en todo sistema democrático. Que puede ser de utilidad. No, si se formula con intereses mezquinos
También cuando la situación se encamina, el barco deja de estar escorado ( inclinado), navega mejor y el panorama está más claro, también es útil y reconfortante para quien tiene a su cargo la tarea, escribir y ponderar el trabajo. Dar una palmada en el hombro. Reconocer que la labor ha logrado bajar el índice y elevar la tranquilidad, en esta larga lucha que nos obliga la pandemia. No cuesta nada.
Llegó un momento de desconcierto en que parecía que de manera sincronizada, no pocos atacaban como un tropel detrás de las teclas de la computadora. Hoy muchos de ellos no se ven para estimular por lo logrado. Y no digo mandarle mensajes de sabor dulce a los funcionarios más conspicuos o a los médicos, de ninguna manera, porque ellos solos no hacen el esfuerzo. Es alto el número de gente involucrada que trata de protegernos, desprotegiéndose. Con algunos errores humanos, pero muchísimos aciertos.
Personal de ambulancias, enfermeros, mucamas y todo el personal del hospital, que trabaja sin horarios. Voluntarios de los puestos de control, policías, bomberos, gente que pone lo mejor de sí. Entonces es bueno darles un espaldarazo tocando apenas un puñado de teclas en el celular o la computadora. Para que todo continúe así o mejor.
«Hemos equilibrado un partido muy difícil, pero de ninguna manera habrá que decir que esto ha terminado. Vamos día a día, así nos obliga a continuar, sin descuidar ningún detalle. Estamos mejor, debemos seguir así realizando el esfuerzo», nos comentó luego del parte un alto funcionario municipal.
Por ello si la crítica llegó en su momento, será estimulante dar un espaldarazo a la gente cuando lo merece.