Sobre la celebración de la Semana Santa

Según se sabe por estos días, la Semana Santa se celebra desde los comienzos del cristianismo. De acuerdo a algunos documentos, en el siglo IV en Egipto, Palestina, la actual Turquía y Armenia, conmemoraban la Pasión de Cristo. Es muy probable que estas celebraciones se llevaran a cabo algunos años antes. Con respecto a Europa, esta costumbre llegó en el siglo V. Obviamente, los primeros conquistadores españoles la popularizaron en América.

Ahora bien, ¿Qué es la Semana Santa?…

La Semana Santa son los siete días que siguen a la Cuaresma. Comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Resurrección. Para la Iglesia Católica es una semana clave ya que en ella se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

El Domingo de Ramos se recuerda la llegada de Jesús a Jerusalén. Los católicos asisten a procesiones con ramas de olivo o palmas bendecidas. Algunas de las que lleva el Papa Francisco, proceden de Elche, una ciudad en el sur de España.

De lunes a miércoles Santo no hay ninguna conmemoración especial. El Jueves Santo se conmemora la Última Cena, en la que Jesús instituyó los sacramentos de la Eucaristía y del orden sacerdotal. Ese día se celebra el rito del lavado de pies en la misa.

El viernes Santo y Sábado Santo no se puede celebrar misa, porque son días de luto en los que se recuerda la muerte de Cristo.

El Sábado Santo están cerradas las iglesias, pero a última hora se celebra la Vigilia Pascual. En ella se suelen bautizar muchos adultos. El domingo de Resurrección o día de Pascua, se recuerda la Resurrección de Cristo.

SEMANA SANTA EN AYACUCHO, PERÚ

En Perú, está muy arraigada la celebración de la Semana Santa. Se destaca Ayacucho, conocida como la «Ciudad de las Iglesias», donde este evento ha llegado a ser un reclamo turístico muy importante. A las manifestaciones religiosas católicas heredadas de los españoles, se unen tradiciones indígenas que dan un colorido especial a estas celebraciones, razón por la que a las solemnes procesiones del “Cristo Yacente” o del “Santo Sepulcro”, se unen los mercados artesanales, las corridas de toros y las bandas musicales. Se considera a esta celebración como la más importante de América Latina.

Durante esta Semana Santa, Ayacucho, cautiva a miles de turistas de diferentes nacionalidades. El respeto y admiración a esta ciudad ha trascendido al ámbito internacional no solo por ser conocida como la «Ciudad de las Iglesias», debido a que posee 33 templos e iglesias. Además, es distinguida desde hace muchos años como “Muy Noble y Leal ciudad” por su rol durante el mandato de la corona española, y también por sus manifestaciones artísticas como los reconocidos y valorados retablos ayacuchanos.

Un detalle de ese fervor, lo da el hecho que las reservaciones en hoteles y hospedajes se han agotado con varios días de anticipación a la Semana Santa, motivo por el cual algunos colegios y domicilios fueron acondicionados como pequeños alojamientos. Cabe recordar que Ayacucho (denominación que distingue a nuestra ciudad), cuenta con 180.766 habitantes según el último censo realizado en el año 2015.

¿Y POR NUESTRO AYACUCHO…?

Así como el paso del tiempo ha transcurrido inexorablemente, también otras generaciones y costumbres nos han alejado de “aquello que fue y que ya no es”, según se celebraba la Semana Santa antiguamente. Tiempos hubo en que este evento era aguardado con un extraordinario fervor cristiano que se trasuntada tanto en el pueblo como en la comunidad campesina.

Se respetaba a ultranza la milenaria costumbre, principalmente el Jueves Santo, donde no se podía consumir carne como una forma de ofrenda al sacrificio de Jesús. Con respecto al Domingo de Pascua, nuestro centro de población se convertía en una verdadera romería al reunirse “los unos y los otros” para celebrar la Resurrección de Jesús. Finalizados los cultos en la parroquia, la plaza principal atesoraba durante varias horas el eufórico fervor cristiano donde abundaban los asados con cuero, las bordelesas de vino carlón, las empanadas y los pasteles, además de las populares bailantas. Reiterando conceptos, otros tiempos sin duda, que quedaron estampados en muy viejas crónicas y fotografías…