La pérdida de la condición de Fase 5 que sorprendió y significó un gran shock para la población y autoridades que manejan la acción en la Pandemia, dejó huellas imborrables y porque nó, grandes enseñanzas. Quedó claro que se interpretó la lección y se obró en consecuencia. Con rapidez y eficiencia.
Fueron días duros, los ayacuchenses lo sabemos, de mucha reflexión, trabajo y estrategia para contrarrestar una hola de infectados de un virus que no da tregua por su alta capacidad de contagio y se posiciona con enorme facilidad.
Hoy pareciera haberse estabilizado, los números así lo indican, con controles estrictos y protocolos de aislamiento que funcionaron acertadamente, podría decirse que la situación emerge de las aguas turbulentas y hoy puede comenzar a transitar sectores más calmos.
Es hora de extremar cuidados por parte de la población y de continuar con el celo demostrado, quienes marcan el camino, siendo inflexibles con lo que no está bien y puede perjudicarnos, perdiendo en un abrir y cerrar de ojos, lo ganado con tanto esfuerzo.
Costó llegar a la Fase 5, en un golpe de escena caímos por el barranco, afortunadamente pudimos asirnos de una rama para no llegar al fondo del abismo, nos recompusimos y ahora buscamos el rumbo preciso.
Será día por día, sin distracciones, ni relajamientos, con esfuerzo compartido, tratando de mantener y cuidar algo que hemos conseguido entre todos, con actitudes responsables. Sigamos de esta manera como aseguró el intendente, cada uno cumpliendo con responsabilidad su función en el seno de la sociedad. Protegiéndonos entre todos. Aún pese a la mejora, resta un buen trecho para finalizar con esta pandemia contagiosa, claro que menos que en aquel mes de marzo cuando no conocíamos con quien nos enfrentábamos. Hoy estamos persuadidos de su peligrosidad, ante la menor fisura.
Vamos Ayacucho !!!!, sin repetir errores.