Es mucho lo que se ha escrito sobre la travesía de Tschiffely con Gato y Mancha. Varios libros, incluso de la pluma del intrépido suizo que con el tiempo se convirtió en uno de los autores más relevantes de la literatura inglesa del siglo XX, se han encargado de contar paso a paso los miles de kilómetros que hicieron el hombre y los caballos recorriendo el Continente Americano de Sur a Norte.- El mismo Pablo Zubiaurre mencionaba el otro día que le habían preguntado antes de escribir su último libro «de que vas a hablar, si todo está dicho?» El libro se presentó con un éxito extraordinario. Sin duda hay algo detrás de esta experiencia que se mantuvo intacta durante cien años. Y es así, siempre habrá algo que descubrir en su literatura: lugares desconocidos, culturas olvidadas, gente de mundo, momentos de ternura infinita en el trato cotidiano del jinete con los caballos, la repercusión que tuvo la hazaña en el mundo (aún hoy un hecho insólito), la fortaleza física y espiritual en la decisión de llegar a destino.
Han pasado décadas en la historia mundial con hechos trascendentes, sin embargo al costado uno se encuentra con esta hazaña de película, pero real, casi imposible de hacerla hoy con todo el adelanto de la civilización. Regresando apenas una centuria, con lo que se disponía entonces.
La misma pasión que provocó en su momento el relato de Tchiffely, la encontramos en los niños -y no tan niños- de ahora, dispuestos a acompañar a los protagonistas a través de la lectura,las ilustraciones y la magia del cuento, lo más apropiado para retratar esta historia.
Por eso nosotros, historiadores cronistas del tiempo, aficionados,poetas y demás gente que se ilusiona con un mundo mejor, seguiremos andando por los caminos que Gato y Mancha con su jinete fabuloso recorrieron triunfantes una ruta de ensueño. Claro está, desde nuestro humilde lugar en las letras.-
Enrique Taborda