Con Edgar Pérez se va un pedazo grande de la historia de la época de oro, y porque no la mejor, lejos, de aquella maravillosa etapa de las Cafeteras y Mar y Sierras que vivimos
con tanta nostalgia, en donde fueron protagonistas los ayacuchenses Nicolás Brogno y Marcelo Badíe, conduciendo una máquina impulsada por un motor Tornado, que alistaba
Pedro Moureu, bajo el asesoramiento de Zurita el preparador porteño que motorizaba a Gastón Perkins, en las competencias de TC.
Edgar Pérez fue en aquel momento un referente del automovilismo de San Cayetano, y también para los seguidores del Ford y ese potente F 100, motor que impulsaba su
“Canela”, así le llamaban a su auto, quizás por su color, con el que hacía verdaderas proezas.
Pero lo más importante es que Edgar Pérez quedará en el recuerdo, además de haber sido campeón en dos oportunidades en Mar y Sierras, por ser bueno arriba y abajo del auto
de carrera. Aun quedan en las retinas sus luchas con el Vasco Erratchu, Occhionero, De Benedictis, Roux y tantos otros.
Un tipo muy querido, humilde, admirado, apreciado y respetado vecino no solo en la comunidad de San Cayetano, sino en el ambiente tuerca de la región. Edgar permanecerá en
el corazón de todos quienes lo conocieron y afortunadamente fueron sus amigos.
Este virus lo dejó a un costado del camino, ese camino que lo vio salir atrás de una polvareda para dar cuenta del auto de adelante con esa “Canela” que fue uno de los históricos
autos manejado por este campeonísimo de la vida, que hizo historia dentro del automovilismo regional.
Hoy Edgar Pérez será un recuerdo que quedará para siempre en el pedestal de los grandes.
Fuente LU24