Ricardo Caballero y el medio ambiente [1]

Escribe: Eduardo A. Volonté.-

Las cuestiones referidas al medio ambiente, su problemática, tratamiento y preservación, han ido ganando espacio en las últimas décadas, hasta integrarse a la agenda política y también a las preocupaciones de amplios sectores de la sociedad.
Cambio climático, biodiversidad, desarrollo sustentable, capa de ozono, desertificación, son solo algunos de los términos que han dejado de ser patrimonio solo de los especialistas, para integrarse a la vida cotidiana.
Años atrás el ex vicepresidente de los EEUU, Al Gore, recibió el premio Nóbel de la Paz, junto con el Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU, por su trabajo y esfuerzos para contener el calentamiento global.
Felizmente, se va tomando conciencia que este planeta es único, y que el uso de los recursos naturales no debe ser –o no debería- hecho con un criterio de simple explotación irracional, sino en la búsqueda de preservar el recurso, de utilizarlos con criterios razonables, buscando alternativas renovables, no contaminantes.
Pero estos temas que ahora son corrientes, no lo eran décadas atrás, y mucho menos hace a un siglo.
Como curiosa excepción a lo dicho, valga recordar a quien quizás fuese uno de los primeros políticos en incorporar la problemática del medio ambiente a sus discursos y campañas.
Aclarando que las suyas son afirmaciones que hoy resultarían más que insuficientes y dichas, además, con el lenguaje florido y grandilocuente de aquellos años. Pero igual tienen el mérito de ocuparse del tema.
Este “adelantado” en defensa del medio ambiente, era Ricardo Caballero, cordobés de nacimiento, pero santafesino por adopción, que fuera un destacado dirigente radical en aquella provincia y una singular personalidad.
Algunos datos
Nacido en Ballesteros Viejo el 5 de diciembre de 1876, egresó de la Escuela Normal de Paraná y cursos sus estudios de medicina en Córdoba, para radicarse definitivamente en la provincia de Santa Fe, falleciendo en Rosario el 16 de julio de 1963.
Identificado con el radicalismo, militó activamente en sus filas, participando en la revolución de 1905, fue electo Vicegobernador en la primera elección bajo la ley Sáenz Peña en 1912. Posteriormente ocupó una banca en la Cámara de Diputados de la Nación en los períodos 1916-18 y 1918-22, dejándola en 1919 para pasar a integrar el Senado nacional.
Alejado de la UCR y de su yrigoyenismo inicial, formó parte de los radicales que se acercaran en 1930 al General Justo, quien lo designa Presidente de la Caja Nacional de Ahorro Postal entre 1932-36. Su última función pública fue la de Senador Nacional desde 1937 hasta el golpe militar de 1943.
La actuación política de Caballero se distinguió por su preocupación por las cuestiones sociales, la defensa de los obreros y un acendrado criollismo.
Se lo puede señalar también como un precursor del revisionismo histórico, habiendo fundado una treintena de Centros Argentinistas Juan Manuel de Rosas, dedicados a la reivindicación de la figura política de Rosas.
Otra faceta de su actividad intelectual estuvo dedicada a la docencia en el plano universitario, ocupando durante décadas la cátedra de Historia de la Medicina y Doctrinas Médicas.
[continuará]

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