Escribe: Eduardo A. Volonté
Tan confuso es el panorama político argentino que ni siquiera los resultados de las elecciones del día de hoy serán claros.
Han sido varios los sofocones que soportara este proceso electoral.
Primero la modificación de la lista de sus candidatos por la Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires.
Y a consecuencia de ello la pretensión de proceder a la impresión nuevamente de más de quince millones de boletas.
Como es sabido, luego de diversas presentaciones e instancias ante los organismos con competencia electoral, se dispuso que: a) Diego Santilli debía ser el reemplazante de José Luis Espert; b) Que las boletas únicas no se volverían a imprimir, manteniéndose la foto de Espert; c) Que se reimprimirían los afiches informativos incorporando el cambio.
Pero las idas y venidas no terminaron con esta cuestión.
Todos Juntos somos más
Al realizarse el simulacro de escrutinio, picardía mediante, la Dirección Nacional Electoral presentó los resultados en forma unificada a nivel nacional, a pesar que en realidad serán 24 elecciones provinciales diferentes.
Esto no fue casual, ya que La Libertad Avanza es la única alianza que presenta candidatos con ese sello en todas las jurisdicciones, mientras que Fuerza Patria lo hace en 13 con ese nombre y otras siglas en las 11 restantes.
El pronto reclamo ante la Cámara Nacional Electoral generó de parte de ésta la Acordada 138/25 donde luego de recordar que esa difusión “Se trata de un cómputo carente de relevancia jurídica”, enfatizó “la importancia de que la difusión de los resultados provisorios sea objetiva y neutral”.
Destaca luego la Acordada que las elecciones “conforman diferentes distritos electorales”, y que “No hay margen de interpretación alguno que permita llevar adelante un escrutinio global de todo el territorio nacional, como el prevista para la elección presidencial”, por lo que “Los resultados para cada categoría se computan necesariamente por cada uno de los distritos electorales y así deben ser publicados los resultados provisorios”.
Distintas miradas
No obstante esta decisión de la Cámara Electoral Nacional sobre cómo se deben presentar los resultados provisorios, la lectura política de esos guarismos que hará cada fuerza, seguramente solo será una contribución a la confusión general.
No hablamos de que se difundan resultados electorales falsos o cantidades de votos que no se ajusten a lo ocurrido realmente en los comicios.
Sino de la óptica con que sean enfocados esos resultados. Veamos:
Primera alternativa:
Hacer eje en los votos obtenidos en todo el país.
Es decir, presentar los resultados como una simple sumatoria de votos. (lo que intentó el gobierno en el simulacro y la Cámara Nacional Electoral prohibió)
No mentiría el partido A si dice que sacó más votos que el partido B, pero sería una verdad a medias, porque esa diferencia en votos no lo convierte en el real ganador.
Eso sería correcto si fuese una elección presidencial donde todo el país es un distrito único y con una misma fórmula.
Estas son -en realidad- 24 elecciones donde cada provincia elige solo sus propios representantes.
Segunda alternativa:
Proclamarse ganador por haber obtenido más bancas que los demás competidores.
Este balance del resultado es el que más se ajusta a la realidad, ya que lo que hay en competencia son bancas.
Un partido puede haber obtenido muchos menos votos que otro, pero haber por ejemplo, ganado en Neuquén, Río Negro, Tierra del Fuego y Santiago del Estero (la suma del padrón de las cuatro es solo el 16 % del padrón bonaerense) y eso le permite obtener ocho bancas de Senadores Nacionales.
Tercera alternativa:
Plantear el resultado a partir de la futura composición del Congreso.
Esta forma que puede parecer correcta, si bien tiene importancia política a futuro, no refleja lo ocurrido en la elección, ya una fuerza puede sumar más votos e incluso obtener más bancas que el resto y sin embargo perder escaños.
No hay que olvidar que los legisladores que se eligen ahora reemplazarán a los electos en 2021. Entonces puede resultar que una fuerza que en ese año no sacó representantes o directamente no existía, pueda mostrar un mejor avance en su cantidad de legisladores que otra que había ganado en 2021 y por lo tanto ponía en jugo mayor cantidad de bancas.
En definitiva, cada uno presentará los resultados como mejor le convenga.
Lo importante sería que a partir de mañana, todos, ganadores y perdedores, asuman que el país requiere del esfuerzo del conjunto y que está por encima de los intereses de un sector.-

