Reencuentros con nuestra historia pueblerina

Como es sabido, la primera mujer que se graduó de Maestra Normal en Ayacucho, fue Ana Bonifacia Somigliana, conocida en el círculo de sus colegas y amistades por “Boni”. Recibió el diploma el 1º de Julio de 1904. Desde ese día su talento, lo exquisito de su espíritu y los impulsos de su corazón se transmitieron a la educación, a la cultura en líneas generales y en suma, a servir a la comunidad a través de su vocación.

Según las crónicas de entonces, en el año 1904 y en todos los órdenes de la comunidad, se había conformado un solo y gran anhelo cuyo principal estandarte era sostenido por Manuel Vilardaga, tal el que mediante la instrucción de los niños de ambos sexos, nuestro pueblo se hiciera grande, culto, noble, y se extendiera ese eco hacia todos los ámbitos de su constante evolución. Para lograr tal fin, había que hacer que hombres y mujeres hicieran voto de fe en el cometido de “educar al soberano…”

Efectuada la lógica introducción, cabe agregar que Ana Bonifacia Somigliana, nació en el hogar conformado por Pedro Somigliana y Úrsula Grasselli. Fueron nueve hermanos, quienes oportunamente fueron distinguidos con cargos públicos y profesionales. Bonifacia, cursó sus primarios en Ayacucho, y los secundarios en Tandil, primeramente, y finalmente en Dolores, donde se graduó de Maestra Normal el 1º de julio de 1904.

Su primera designación fue como Maestra de Grado en la Escuela Nº 3 “Juan Bautista Alberdi”. Ocho años después, en 1912, ocupó la dirección de la Escuela Nº 4 “Ricardo Palma”. En el año 1914, fue nombrada directora de la Escuela Nº 3 “Juan Bautista Alberdi”, para hacerse cargo de la Escuela Nº 1 “Domingo Faustino Sarmiento” a partir del año 1919. Fue en ese último establecimiento donde obtuvo su jubilación con 21 años de servicios y una brillante y honrosa foja profesional.

PROFESORA DE EDUCACIÓN NORMAL

Retirada de la educación primaria, ingresó a la Escuela Normal Popular de Ayacucho, donde dictó cursos magistrales. Fue nombrada directora de ese establecimiento con una asignación mensual de 20 pesos. Cuando el Dr. Pedro Solanet, logró incorporar primeramente a la Escuela Normal popular de Ayacucho a la Escuela Nacional de Tandil, y finalmente a Dolores, Bonifacia Somigliana, prosiguió siendo directora hasta que debido a uno de los tantos “cambios políticos” del país fue separada de su cargo, no obstante haberse mantenido siempre al margen de avatares partidistas.

SU DESEMPEÑO EN EL HOSPITAL Y HOGAR DE ANCIANOS

Desde entonces, “Boni” prosiguió su accionar comunitario en la medida de sus posibilidades. A partir del año1927, participó en la Comisión Administradora del Hospital y en la Comisión Auxiliar de Señoritas, implementándose debido a su opinión el “Día del Kilo” y “Día de la Flor”, modalidades con fines benéficos que se mantuvieron activas durante muchos años. También trabajo incansablemente en la “Acción Católica” y en las comisiones del Hogar de Ancianos.

En el Semanario “El Porvenir” dirigido y redactado por Hermenegildo Italiano, en la edición del 14 de abril de 1904, un admirador suyo que firmó con el seudónimo de “Luis”, escribió lo siguiente: “Es tan bella y generosa/ y de tan buen corazón/ que con su voz melodiosa/ y el prestigio de una diosa/ nos trastorna el corazón”. Había nacido el 1º de marzo de 1885, y falleció el 10 de junio de 1952, a los 67 años de edad. Desde el 30 de octubre de 1959, una calle ayacuchense lleva su nombre.
Escribe: Abel G. Bruno