En los últimos años y a esta altura de diciembre, debido a la iniciativa de un grupo de vecinas se puso vigente la muy agradable tarea de «vestir» con los colores tradicionales navideños a los árboles ubicados en los frentes de las viviendas. Franjas de tela de papel con los colores rojo y verde, que a la par de causar una grata impresión para la vista, recordaban y representaban en gran medida ese extraordinario sentimiento llamado «Navidad», trasuntado en el nacimiento de Belén.
Durante las últimas festividades (2017), esas manifestaciones se observaron muy poco, señal inequívoca que la idea había perdido gravitación. Otro tanto ocurrió con la ornamentación y posterior exhibición de los «Arboles de Navidad», que hasta hace pocos años atrás eran tan común observarlos en calles y avenidas, como en los ventanales de los domicilios.
Sería más que vivificante que nuevamente se incorporen esas muestras navideñas al cotidiano paisaje pueblerino, para que a la par de sensibilizarnos sobre estos dias tan especiales, recibamos visualmente imágenes más gratas de las que lamentablemente nos hemos acostumbrado a percibir.
También creemos que el municipio, a través de sus organismos específicos, debiera aportar lo suyo ornamentando en cada plaza un «Arbol de Navidad».