Este lunes, la casa de Gran Hermano no vivió una noche más: tras la salida de Sebastián “Bambi” Bello, todas las miradas estuvieron puestas en quién regresaría al juego. Y es que el Big decidió que el reemplazo de Andrea Lázaro fuera elegido por los televidentes, que siguen día a día el reality de Telefe. Así fue que entre los siete eliminados uno tuvo la chance de volver.

Luca Figurelli, Ezequiel Ois, Candela Campos, Jenifer Lauría, Renato Rossini, Delfina De Lellis y Bambi se sometieron al voto del público, pero cada uno con perfiles muy diferentes. El mendocino, que fue recientemente eliminado, probablemente era el que menos chances tenía de volver porque, más allá de su cercana salida, siempre fue tildado de neutro o “planta”, como les gusta llamar en las redes sociales a los de bajo perfil.

La primera participante que abandonó GH fue Delfina De Lellis, quien obtuvo un 58,9% de los votos, y la razón por la que la gente la sacó tuvo que ver con sus comentarios transfóbicos contra Luciana Martínez. “Varios hicieron estos comentarios pero la que quedaba enganchada era yo. Adentro se siente que pasa más tiempo del que pasa en realidad. Y estoy arrepentida de lo que dije. No está bueno verme en ese papel y decir esas cosas”, expresó fuera del programa, pero esta actitud le valió que muchos televidentes la cancelaran.

Otro de los que tenía pocas chances de volver fue Renato, el segundo eliminado de Gran Hermano, que se fue del programa por el 92,3% de los votos y rompió el récord de Nadia Epstein con ese porcentaje. Nunca en la historia del reality hubo una votación tan masiva y esto tuvo que ver con la personalidad del peruano, que lo llevó a enfrentarse varias veces con Santiago Algorta y, a su vez, recibir una fuerte acusación de Luciana que lo tildó de acosador, aunque luego se retractó. Las dos semanas que estuvo dentro de la casa bastaron para que quienes siguen el día a día del ciclo le dijeran lapidariamente que no lo querían dentro del juego.

Quien desde hace días tuvo todas las fichas para volver fue Jenifer, la ex del futbolista Ricardo Centurión, que se convirtió en la tercera eliminada del reality tras perder en el mano a mano con Luz Tito. La joven protagonizó un triángulo “amoroso” con Guiliano Vaschetto, quien se presentó como “mujeriego” y defensor de las relaciones abiertas, y Chiara Mancuso, que hasta hoy ha dejado esquirlas dentro de la casa.

Candela y Ezequiel “Bonjo” quedaron fuera del ciclo, el mismo día, en una gala de doble eliminación al ser los menos votados por el público, en la primera placa positiva. Recibieron el 12,8% y el 23,4% de los votos, respectivamente y, claramente, el perfil bajo de ambos no los ayudó en nada en aquel momento y tampoco en este. Y finalmente quedó Luca, el joven que se fue de la casa cuando, en una jugada que se pensó iba a ser maestra, Giuliano por ser líder tuvo la posibilidad de expulsar a alguien y decidió que fuera Brian, quien a los días volvió por decisión de Gran Hermano. El futbolista cayó, según decían en la casa, por haber quedado bajo el ala del vendedor ambulante, sumado a que siempre evitó los conflictos, cosa que no gusta en un programa de estas características.

La gala comenzó con un piso de 10,3 puntos que le dejó Espiando la casa y una fuerte pelea que ocurrió durante el día entre Nano y Chiara, en la que ella le recriminó un montón de cosas de la relación que llevan dentro de la convivencia. Cuando Santiago del Moro anunció que Jenifer era la elegida de la gente para volver a la casa, GH trepó a 13,7 puntos. Con El Bolero de Ravel de fondo y una frase en el televisor que decía “El supremo se manifestó”, apareció una pequeña valija por la puerta giratoria. Minutos después, la joven hizo su entrada con una copa de champagne en mano, para sorpresa de varios. Lo primero que hizo fue abrazarse con Giuliano bajo la incómoda mirada de Chiara. Un triángulo que encenderá, seguramente, Gran Hermano, que en la noche del lunes tocó un pico de 14,6.