Pedro Luis Raota, nació el 26 de abril de 1934, en Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco. Murió el 4 de marzo de 1986, en Buenos Aires. Fue un fotógrafo argentino, catalogado como uno de los máximos exponentes de la fotografía americana y como el fotógrafo argentino que más premios ha recibido. Sus padres fueron agricultores. Siendo muy joven desechó su proyecto de estudiar abogacía y en la ciudad de Santa Fe, adquirió las primeras nociones de fotografía, donde además se ganó la vida haciendo fotos carnet. Luego se mudó a Villaguay, en Entre Ríos, donde cumplió con el Servicio Militar Obligatorio y aprendió las técnicas de la mano del fotógrafo Quique Fabro.
Precisamente fue en Villaguay donde logró sus primeros premios. Luego exhibió en Buenos Aires, y comenzó a enviar sus creaciones a todas las exposiciones con las que pudo conectarse. En 1966 ganó el Primer Premio en un concurso fotográfico organizado por Mundo Hispánico, una revista de Madrid (España), cuyo tema era “Vida y Costumbres del Gaucho de la Argentina”. Este fue el primer premio importante fuera del país, no obstante haber enviado sus trabajos -sin demasiada suerte- a diversos Salones Internacionales.
En 1967, paralelo con el Festival Cinematográfico de Cannes, se realizó una exposición fotográfica bajo el título “Fotografías Insólitas”. De entre 2.500 participantes de todo el mundo, ganó el segundo premio. A partir de 1968, comienzan a multiplicarse los galardones y trofeos que recibe de tal manera, que sumaron varios cientos a nivel mundial.
Una imagen de Ayacucho en Londres
Una muy fría y neblinosa mañana del domingo 4 de mayo de 1969, en torno a la hora 8, quien escribe, en compañía del por entonces administrador de LA VERDAD, Abel Brignolo, y del jefe de taller Ángel Guisande, fuimos hasta la actual chacra municipal “Brig. Gral. Juan Manuel de Rosas”, con el propósito de observar y cubrir las principales alternativas del encuentro tradicionalista correspondiente a la primera edición de la Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra. Cabe considerar que por ese entonces, nuestro diario era el único medio escrito. A la par, en ese como en otros eventos trabajaron numerosos representantes de medios de comunicación de la zona. A nivel nacional, las principales empresas enviaron a sus cronistas.
En eso estábamos, caminando parsimoniosamente por la calle interna del predio, cuando después de saludarnos con el Dr. José Antonio Olano y varios familiares, Brignolo, muy conocedor del ambiente porteño y a la par por ser fotógrafo, dijo bastante sobresaltado…”a ese que viene ahí lo conozco; es Raota”. Sin más dilaciones, cuando nos enfrentamos lo detuvo para saludarlo con la debida consideración.
De esa manera, mantuvimos un diálogo ameno y distendido con el ya reconocido fotógrafo internacional. En un pasaje del encuentro, Raota, convino conmigo en encontrarnos en horas de la tarde para acompañarlo por distintos lugares de nuestra ciudad y sus alrededores. En ese quehacer, captó innumerables imágenes entre las que recuerdo una en particular: Transitando por la esquina de las calles Víctor Murgier y 9 de Julio, me pidió que detuviese el automóvil. Una vez descendido, prácticamente se acostó sobre el muy húmedo empedrado para “gatillar” su Nikon en varias ocasiones. La escena fue completada con una pareja y un niño que cruzaban la arteria citada en primer término.
Pasado el tiempo, Pedro Luis Raota, expuso varias de esas imágenes en una muestra realizada en un salón internacional de Londres, Inglaterra. Cuál no sería nuestra sorpresa (e inocultable orgullo) al enterarnos que precisamente la “fotografía del empedrado” había ganado el primer premio. Por otra parte y según pudimos saber (y deducir), este extraordinario fotógrafo fue el primero en difundir nuestro máximo festejo en Europa, precisamente por esas imágenes que posteriormente se pusieron a consideración en diversos países europeos.
AGB