No nos queda otra posibilidad

Comprobado está hasta el hartazgo que las grandes empresas concretan objetivos por caros y elevados que sean, a través de trabajos bien encauzados colectivamente. En equipo.

Los arrestos individuales que pueden brillar fugazmente, terminan fracasando y diluyéndose con el correr del tiempo. Existen ejemplos a raudales, que bien pueden encajarse en esta pandemia que estamos viviendo, a la que hay que enfrentar todos juntos como una verdadera formación. Compacta.

Si nos alistamos detrás del Comité de Crisis que está apostado en la trinchera desde el mes de marzo, trabajando a destajo en distintos frentes, enfrentando y buscando contrarestar los efectos de un virus muy contagioso, lograremos resultados más efectivos. Para ello y como labor primordial será actuar con responsabilidad, lo que se tarda en comprender.

De nada vale hacer caso omiso a las indicaciones, si ello ocurre se seguirán sucediendo los contagios. Lo hemos dicho. Ser prudentes, mantener la distancia lógica, higienizarse, utilizar barbijos, ya lo conocemos. Rociar con alcohol y desinfectar con lavandina los productos que se llevan a cada hogar. Neutralizar la cadena.

Si tenemos gente voluntaria que está trabajando en los controles, sacrificándose, soportando frío en la ruta, tomando nota de quienes ingresan, siendo celosos en su gestión, con el único objetivo de protegernos y aquí nos relajamos y tomamos mate en una plaza y concretamos reuniones sin emplear las medidas conocidas, no nos va a ir bien.

De nada vale que se trabaje en el hospital como se hace. Con personal dispuesto a toda hora, poniendo en riesgo su vida para cuidarnos y por otro lado vivimos sin observar lo que nos corresponde.

No es así, entendamos que hay que funcionar en EQUIPO, para el logro del equilibrio que tanto se persigue. Seamos empáticos y responsables. Por nuestro bien.

Desde aquí insistimos porque no se termina de lograr una actitud decidida de la población acompañando la gestión de quienes se esfuerzan por nosotros. Y así todo se prolonga y se sufre la agonía, no solo en lo que refiere a la salud, también en el bienestar, en la economía maltrecha por no poder trabajar como se debe.

Analicemos la actitud de cada uno de nosotros. Hagamos un análisis retrospectivo. Que he hecho, que hago y como debo comportarme en esta pandemia. Ajustemos filas detrás de un enemigo que no nos perdona y se nos va metiendo cada vez en mayor cantidad de hogares.

Si logramos eso, hará que mejoremos sustancialmente la situación. Es hora de no solo emparejar el partido. Hay que darlo vuelta, pero para ello, será entre todos. Debemos enterderlo….No nos queda otra posibiilidad.