«Me voy a pie»

Es evidente que el tránsito en nuestra ciudad se ha incrementado notoriamente en el último tiempo, lo que por momentos torna tortuoso el accionar de los automovilistas.
Más aún cuando alguien va buscando rapidez para llegar a tal o cual sitio y se mezcla por los paseantes que no son pocos, circulando plácidamente sin tener un rumbo fijo y lo hacen con lentitud y por el medio como habitualmente se dice.
A ello que no es un problema menor se agrega la cuestión del estacionamiento saturado en todo o la mayoría del radio céntrico. En la cuadra de nuestro diario, que converge con la Municipalidad y otras empresas, es un verdadero caos que se repite principalmente por la mañana.
Uno ya desde temprano no puede ubicar el auto en algún espacio libre, dando vueltas y terminando a un par de cuadras.
El inconveniente se agrava con la utilización de un amplio espacio de ambos lados, por parte de una reventa de automotores ubicada frente a la plaza San Martín. Allí por metros no se puede estacionar.
A raíz de todas estas complicaciones recuerdo lo que siempre decía un amigo, hoy desaparecido hace años, cuando uno lo invitaba a llevarlo….
» Nooo gracias, estoy apurado, tengo que llegar rápido al banco, me voy a pie».-