De la conspiración interna en la Bonaerense a la usurpación de terrenos en City Bell: dos causas que avanzan sobre la misma alianza político-policial.
Imágenes satelitales incorporadas a la causa muestran que las construcciones comenzaron en 2015, aunque ambos declararon haber tomado posesión en 1990. Esa diferencia temporal alimenta la hipótesis de falsos testimonios. Los terrenos pertenecían originalmente a Germán Agosti y su esposa Emilia Clementina Guala, ya fallecidos. Hoy la titularidad es reclamada por sus herederos: descendientes directos y sobrinos que incluyen a las familias Attademo, Aprea y Agosti, con ramas sucesorias abiertas en distintas declaratorias de herederos. Ese frente de conflicto patrimonial se superpone ahora con las maniobras políticas atribuidas a la dupla.
Así, dos expedientes distintos —uno penal y otro civil— avanzan sobre los mismos nombres y refuerzan la idea de un armado en tándem entre un exjefe policial con aspiraciones políticas y un candidato libertario que busca llegar a la Legislatura bonaerense. Una sociedad que se mueve entre las sombras de la fuerza y la disputa por la tierra.