Seguir hablando y opinando de este torneo Nacional que puso en juego Atlético, en su 17° edición, será pura redundancia. Es una fiesta del fútbol menor, ya reconocida en el mundillo deportivo de nuestro país. Pruebas al canto es la participación de la casi totalidad de los mejores equipos de AFA.
Y no solo este evento se reduce a lo que sucede en el campo de juego, si bien ello adquiere vital importancia. La calle es una verdadera fiesta de 4 días, en donde circulan delegaciones de aquí para allá, dando un colorido que enriquece el espíritu. Esta vez de miércoles a domingo. Son momentos muy especiales en donde los ayacuchenses vivimos pensando en el torneo, hacemos amigos de distintos lugares y en muchos de los casos la relación perdura en el tiempo.
Refiriendo a momentos especiales que los tuvo y de enorme significación que calaron muy hondo con el correr de los días, observé detenidamente y me llamó la atención como se manejó el final de la entrega de premios enlazando con los fuegos de artificio realmente espectaculares. El mejor broche que se le podría haber puesto. Volaron los papelitos con Vélez en el podio y yá el grupo que lideraba Abundio Gilardoni, mandó una seguidilla multicolor, disparada desde el centro del José Antonio Barbieri. Algo pudimos rescatar. Veamos.