Después de muchos días febriles en cuanto a actividad física y material, al fin llegó el sábado 22 de febrero, fecha elegida por la Dirección Municipal de Cultura y colaboradores para la apertura de los Corsos de Carnaval 2020. En torno a la hora 21, comenzó a observarse el movimiento de personas que lentamente fueron ubicándose en diversos lugares de la calle Hipólito Irigoyen, desde Francisco Poderoso hasta 25 de Mayo, lugar elegido para el desplazamiento de las agrupaciones participantes. Cielo despejado y aire fresco. Transcurrido un tiempo prudencial, Mauricio García, con su reconocida capacidad y experiencia en este tipo de manifestaciones anunció el comienzo del evento.
De esa manera y aproximadamente a la hora 22 fueron desfilando ante el aplauso de una abigarrada multitud, “Multi Bloque”, “Payamédicos”; “Psicodélica Alegría”, “Agrupación Zarité”, y cerrando el programa con un despliegue de más de doscientos integrantes, la comparsa “Colibrí”. Cabe acotar que entre un grupo y otro se abrió un considerable espacio de tiempo, aprovechado por la gente menuda y no tanto para jugar con espuma. Salvo un pequeño desacople en el sistema de sonido, después el espectáculo transcurrió dentro de lo previsto. Otro detalle: las sillas ubicadas junto al cordón de las veredas, significaron un imprescindible límite entre los participantes y el público. En suma, la primera noche de los Corsos de Carnaval se había cumplido y cabía esperar que para el día siguiente, domingo 23, todos los engranajes de semejante programa fueran a ser ajustados para que el cierre resultase coronado por el más rotundo de los éxitos.
Que los aplausos se prolonguen hasta el año 2021
Con la colaboración de un clima nocturno aceptable, tuvo lugar la segunda y última noche de los Corsos. En efecto, la sonorización fue mejor y bajo el imperio de este imprescindible aporte, se realizó el paso de las agrupaciones cuyos integrantes en líneas generales recibieron el aplauso unánime de un gentío que según nuestro criterio, superó el número del día anterior. Reiterando conceptos, todos los que desfilaron, sin excepciones, se hicieron merecedores al más amplio de los reconocimientos por sumarse a un espectáculo pleno de luz, colorido, música y en suma, generando en todo momento una comunión participativa con el público. En esta oportunidad se agregó la Banda Municipal de Música, que pasó en un acoplado acorde al número de integrantes.
En pleno pasaje de la comparsa “Colibrí”, el locutor Mauricio García, extremó sus recursos para ordenarlo frente al palco principal ubicado en la esquina de las calles Hipólito Irigoyen y Roque Sáenz Peña, debido al desborde del público; incluso solicitó la inmediata colaboración de policías, debido al entusiasmo del enfervorizado gentío. Esta y otras posibles acotaciones serán tratadas en una próxima entrega.
En resumidas cuentas, cabe hacer hincapié en el extraordinario esfuerzo ofrecido por organizadores, bailarines y colaboradores para recuperar el esplendor de una festividad que en las últimas décadas había dejado mucho que desear. El evento alcanzó un éxito tremendo. Fue un espectáculo para recordar por mucho tiempo, con coreografías sorprendentes. Cabe hacer votos para que este “espíritu de cuerpo” de todos y cada uno, se mantenga latente hasta los Corsos de Carnaval 2021. ¡Que siga ese ensueño entonces…!