Quizás los ayacuchenses estamos un poco desconcertados con este presente, que no esperábamos en la dimensión que llegó. Luego de una etapa larga y sacrificada, bañada por el esfuerzo de la mayoría, el golpe ha sido contundente. Un verdadero sacudón. Más allá que el coronavirus tarde o temprano debía llegar, como lo ha hecho en muchos lugares. Siempre se ha hablado y razonado sobre ello.
Tuvimos más de 100 días intactos, bien cubiertos, con un anillo de cercado eficiente y un grupo de sanitaristas que trabaja admirablemente. Por ello cuesta aceptar el presente del que habrá que salir con responsabilidad y un trabajo minucioso de control de infectados, con aislamiento y detección de contactos estrechos de los mismos, como se está realizando.
Más allá de los comentarios de una pequeña porción de habitantes, solo un mínimo porcentaje, que muestra facetas que nada suman, el grueso de la población está enfocada correctamente y va detrás de quienes tienen a su cargo la conducción y dictan lo que se debe realizar en este proceso.
Los ayacuchenses debemos ser prudentes y colaborar. Ya, quienes han sobrepasado los límites están concientizados y advierten la gravedad de la pandemia, que no acepta relajarse.
El virus ha ingresado, es hora de combatirlo con las mejores armas. Ellas son la confianza en nuestras autoridades, el encolumnamiento y acatamiento de las medidas que se dictan, dejando de lado los comentarios sin sentido y conocimiento. Formando un verdadero equipo, sólido, bien estructurado, para ir progresando día a día, hasta emerger sanos y salvos.
Ese es el reto que como integrantes de esta sociedad debemos cumplir. Ser solidarios y actuar con respeto, cuidando la salud de cada uno y de los demás. Ser prudentes, estar aislados. Conocemos como es la mejor manera de proceder, pues vayamos adelante.
Los ayacuchenses podemos, debemos demostrarlo !!!!.