Corrida como es habitual el 31 de diciembre desde las 20 hs, con partida desde frente al diario Nueva Era, esta 32 edición de la Pequeña San Silvestre tandilense tuvo diversos aditamentos que le dieron un sabor especial, entre ellos la intensa lluvia que acompañó a los atletas en todo su recorrido que hizo difícil el tránsito resbaladizo en el empedrado serrano.
Fueron de la partida alrededor de 500 deportistas de diversos sitios del país atraídos por la característica de la prueba de trámite muy intenso en los 6000, una muy corta distancia si se la compara con otras, que los participantes disputan al máximo de sus posibilidades. Prueba de ello lo da el tiempo del ganador Julián Villalba de 17.52 bajando los 3 minutos el kilómetro. Exactamente lo hizo en 2.58.
Por su parte el ayacuchense radicado en Tandil un tanto disminuido en sus posibilidades por un estado gripal cronometró 18.13 lo que dá 3.02 para los mil metros. Es de destacar que Hoffman ganador de las 4 últimas ediciones en la versión 2017 ganó marcando 17.45.
En el casillero 28 figuró el periodista rauchense Mauricio Oruezabal con un neto de 20.53, lo que da 3.45 para los 1000. Posteriormente ahi, pegado pasó la línea Alfonso Fiorentino 21.03 y 3.46, en tanto que los Videla, Rodrigo y José ingresaron 124 y 127 respectivamente con 24.39 y 24.40 a 4.07. En caballeros cerró David Ibarra con 53.52 en el puesto 304
Si analizamos el paso de la brillante marplatense Sofía Luna que lideró entre las damas con 19.55, la pupila del consagrado Leonardo Malgor estableció 3.19 y la ayacuchense Marina Basanta que fue 11 en el ordenamiento final con 24.36, trabajando a 4.06 el kilómetro. Aqui se registró el arribo de 126 atletas, lo que da importancia a la labor de la corredora local.