A modo de introducción, en la primera edición de la Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra, cuyos actos centrales se llevaron a cabo los dias sábado 3 y domingo 4 de Mayo de 1969, la coordinación de alojamiento fue ejercida por el Padre Víctor Ravalli, quien contó para la ocasión con diez matrimonios elegidos al efecto para desarrollar esa cobertura logística.
Actualmente, con otros medios tecnológicos y sistema de trabajo, esa responsabilidad es ejercida por Liliana Iriarte, que a su vez es secretaria de la comisión directiva de la asociación civil.
«Desde hace cuatro años que estoy en la comisión. Con respecto a mi tarea como coordinadora, trabajo sola, debido a que de esa manera voy coordinando telefónicamente los innumerables contactos que se me presentan a partir de varios meses antes de la fiesta. Es una tarea que necesita constante atención debido a que hay que coordinar el alojamiento para el personal técnico que nos visita (sonidistas, de iluminación, etc.); personal policial; reinas visitantes y sus correspondientes acompañantes; artistas de diversos niveles y especialidades».
Sin lugar a dudas la labor que desarrolla Liliana Iriarte, es de las que no se notan en demasía pero gravita de una forma concluyente para el exito de nuestro máximo festejo. En ese quehacer constante y absorvente, hay que coordinar alojamientos en el albergue del Complejo Recreativo y Deportivo Comunal del Club Independiente; en la sede del Comité Radical; casas de familia; hoteles y otros adecuados para la ocasión. A la par, tiene que manejar el número de quienes solicitan ese servicio en relación a los ofrecimientos con que cuenta.
Liliana Iriarte, a nuestro pedido visitó ayer martes nuestra casa. Con muy pocas horas de descanso, pues había trabajado en la Peña Oficial, también nos comentó sobre el alojamiento que se les brindó a los participantes que clasificaron en el Certamen Nacional de Canto Folklórico; a los artistas foráneos que actúan en las noches de la Peña Oficial, y a quienes conforman el programa del Patio de Tierra.
«Entre tanta cobertura, también alojamos por varios dias a la modista que diseña la vestimenta para las veinte aspirantes, quien debe contar con el suficiente espacio para realizar su trabajo. Otro detalle a tener en cuenta es que no solamente se trata de alojar a tanta gente, sino coordinar sus comidas. Permanentemente recibo pedidos de habitaciones y viviendas. Tengo que revisarlas primero, para después decidir si están en condiciones de ser ocupadas a precios acordes, para que no se cometan abusos».
La plena dedicación de nuestra convecina para cumplimentar esa responsabilidad, es elogiable. Solamente aquellos que trabajaron oportunamente en esa área, pueden apreciarla en su debida dimensión. Liliana Iriarte, es un claro ejemplo de vocación de servicio serio, desarrollado ad-honoren, trabajando sin límites ni horarios. No caben dudas que con convecinas de esa condición, el exito de la actual celebración está asegurado, y el futuro de nuestra Fiesta Nacional también.