Nuestro reloj indica la hora 20.05 de un excelente domingo 27 de Octubre, si nos atenemos a lo benigno de un clima que desde el amanecer se presentó investido con las típicas galas primaverales. A poco de asomar los primeros albores desde el este, numerosos convecinos se pusieron en movimiento para cumplimentar sus respectivos roles en un evento de enorme gravitación: las elecciones definitivas para elegir funcionarios a nivel país, provinciales y municipales.
De esa manera y en lo que a nuestra ciudad y partido respecta, presidentes de mesa, fiscales y colaboradores, salvo muy contadas ausencias y algunos remolones “pegados a la almohada”, a la hora 8 habilitaron la gran mayoría de las mesas con la seguridad garantizada del personal militar proveniente de la Sexta Brigada Aérea de Tandil, y personal policial local. Efectuando un análisis más certero de esta situación, bastaría escribir que todo fue un calco de las elecciones “Primarias-Abiertas-Simultáneas-Obligatorias» que se realizaron recientemente. Obviamente, los guarismos que ofrecemos en nota aparte indican que se registraron ciertos cambios en los guarismos, consecuencia de la unión de sectores que se unieron a una sola línea partidista.
En ese quehacer, visitamos durante la jornada diversos establecimientos educativos habilitados para sufragar. En todo ellos fue posible observar un clima de tranquilidad y obediencia a las más elementales reglas que rigen a este tipo de movimientos comunitarios. Amistad, confraternidad y camaradería, al margen de las diferencias partidarias y de lo que estaba en juego.
Con respecto a los resultados registrados, si nos atenemos a lo que se venía “cantando” desde hace varios meses a esta parte, no hubo sorpresas a nivel presidencial, provincial y municipal. Cualquier “hijo de vecino” estudioso o no de estas cuestiones políticas, se daba cuenta que las tendencias indicarían las opciones que se dieron. No hubo sorpresas y en ese transcurrir, la situación quedo establecida según los pasos previos que se dieron: buenos para unos y no tanto para otros.
Un detalle significativo: las largas filas de ciudadanos argentinos que se formaron frente a las respectivas embajadas de varios países americanos, para votar. Chile, Miami, Colombia, Costa Rica y Perú, entre otros. En este último estado, por ejemplo, mediante conexiones vía internet y otros medios, se auto-convocaron aproximadamente un millar.
A partir de la fecha y en jornadas sucesivas, los unos regresarán a sus cotidianas rutinas laborales y el resto se abocará a analizar el pro y el contra de una elección que transcurrió por normales carriles democráticos, salvo que se presente alguna situación inesperada.
Lo que es bien cierto, es la urgencia con la que habrá de encauzarse el país, principalmente en el plano económico, que lo demás vendrá por añadidura. Los argentinos, no contamos con mucho tiempo para esperar. Que los cambios de mando se realicen sin problemas y que los nuevos gobernantes a nivel país, provincia y municipio, empiecen a cumplir las promesas que lanzaron a los cuatro vientos. En ese sentido, hemos escuchado hasta el hartazgo que a partir del 10 de diciembre “no habrá vencedores ni vencidos”, razón por la que cabe esperar que todos los argentinos sin distinciones nos pongamos a tirar de un solo carro.