La bandera celeste y blanca, su historia

El 20 de junio se celebra en la República Argentina el Día de la Bandera, en conmemoración a su creador: Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, fallecido ese mismo día en el año 1820. Cuenta la historia que Belgrano propuso crear una escarapela nacional, para que el ejército tuviera una insignia en común, y fue el Triunvirato quien aprobó la idea: «Sea la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de color blanco y azul celeste».

De esta manera, allá por 1812, Belgrano diseñó una bandera con los mismos colores, usada por primera vez en la ciudad de Rosario, a orillas del río Paraná, donde el ejército tomó juramento a favor de la libertad y la independencia.

La creación de la bandera de la Argentina es atribuida a Manuel Belgrano, quien hizo una bandera a principios de 1812 usando los colores blanco y celeste conforme a los de la escarapela ya oficializada,1​2​ pero se desconoce cuál era la intensidad del color celeste y cuál era su diseño —el que varía en la cantidad de dos a tres franjas y en su ubicación horizontal o vertical— ya que la bandera oficial finalmente adoptada es la menor que fue la que estableció el Congreso de Tucumán —como símbolo patrio de las Provincias Unidas del Río de la Plata— mediante la ley del 26 de julio de 1816, la dividió en tres franjas horizontales de igual tamaño, de color celeste la superior e inferior y de color blanco la central, a la que se le agregó el Sol de Mayo, establecido por la ley del 25 de febrero de 1818.
Los colores
Los colores celeste y blanco fueron elegidos por los reyes de la casa de Borbón en España para su presea o condecoración más importante entonces otorgada: la Orden de Carlos III. Sobre la base de esta presea surgió durante las Invasiones Inglesas la escarapela y el penacho del Cuerpo de Patricios en Buenos Aires.