Jorge Alberto «Guya» Moris: emocionados y sutiles reencuentros en el Día del Amigo

Generalmente y con especial gravitación en el «Día del Amigo», es muy grato y posible recibir el saludo de quienes, por diversas circunstancias, adosaron a sus vidas el cariño, afecto y especial consideración de mujeres y hombres que en ese transcurrir, en la mayoría de los casos mantienen latentes esas muestras; o bien por encontrarse lejos, retornan de vez en cuando para estrecharse en un fuerte y sincero abrazo con uno o varios amigos.
Tal es el caso de Jorge Alberto Moris, quien «hecho y derecho» en el barrio sur, recibió el apodo de «Guya» por parte de la muy numerosa muchachada que generalmente convergía al espacioso terreno conocido como «El Monte» (calle Gral. Manuel Belgrano, entre Víctor Murgier y Francisco Poderoso); la «cancha de Sport» (actual Estación Terminal de Omnibus), y en los terrenos aledaños a las vías ferroviarias (avenida Dr. Pedro Solanet, entre las calles Mariano Moreno y Bartolomé Mitre). En suma, hace varias décadas todo espacio deshabitado se prestaba para «prenderse en el irresistible picado de Fútbol».
«Guya», fue un fiel exponente de esos chiquilines del pantaloncito corto, las medias caídas y el pelo revuelto. Siempre afecto a esos interminables partidos conformados por equipos de «cincuenta contra cincuenta». En ese vivir plenamente los fríos y calores al influjo del cercano arroyo «Tandileofú», nuestro siempre recordado ex-convecino alcanzó notable popularidad en el fútbol local y regional.
Comenzó a jugar como arquero del Club Defensores y de la selección, por la década de 1950. Posteriormente, el Club Atlético Sarmiento, lo sumó a sus filas como centro-delantero, para obtener el primer campeonato de primera división en el año 1961, título que se prolongó durante 15 años consecutivos. Máximo goleador durante varias temporadas; preciso ejecutor de penales; exquisito definidor con la cabeza. En el año 1962, fue transferido al Club Ferroviario, para retornar en la temporada siguiente al club de sus amores para jugar en el Estadio Municipal, al quedar atrás y para siempre en los mejores recuerdos de cientos de jugadores y miles de aficionados, la denominada popularmente como «Cancha de la Liga» (actual Escuela Nacional Normal).
Jorge Moris, no era para nada pretencioso al momento de mantenerse unido con férreos e indestructibles lazos con la pelota de trapo, el fútbol de tientos o el Superball. Como es lógico suponer, a la par de sus éxitos fue sembrando amigos por su forma de ser, humilde, sencillo y afectuoso con familiares y compañeros de fines e ideales.
Residente en Mar del Plata, retorna a su pago natal de tanto en tanto y en esas esporádicas visitas, se reencuentra con sus muchos amigos y conocidos. Cabe imaginar la explosión de estrellas que se producen cada vez que se estrecha en un fuerte abrazo con aquellos, los de entonces, con quienes escribió extraordinarias e inolvidables páginas en el fútbol ayacuchense, indelebles a través de los tiempos.
Jorge Alberto Moris, a través de su dilecto amigo Angel Rodolfo Guisande, nos dejó su número telefónico por si algún jugador o aficionado de ayer, de hoy y de siempre, quiere comunicarse y a la par, saludarlo: 0223-4799844.