Escribe: Pablo Zubiaurre
Parece obvio decir que la mayoría de los radicales no queríamos que hubiera
una elección interna para consagrar a las nuevas autoridades provinciales. Más
se camina la Provincia, más claro queda que esto es así. Y se trabajó mucho para
que ese deseado acuerdo fuera una realidad. Me constan los esfuerzos que se
realizaron para que de una manera u otra, bajando pretensiones, iniciando
conversaciones por diferentes vías, se intentara hasta incluso pasada la fecha
del cierre de listas. No se pudo.
Obvio es también que cada espacio está en su derecho de dirimir la decisión en
las urnas, y esto es lo que finalmente ocurrió. En definitiva, es el método que
indica la Carta Orgánica y es una manifestación directa de la democracia en el
interior de los partidos políticos. Si no fuera porque la realidad nos dice que no
es un buen momento, que no se percibe un deseo del afiliado por expresarse,
que la UCR está en un contexto de enorme complejidad, podría decir que no
deja de ser un orgullo que el radicalismo elija sus autoridades mediante la
expresión directa de sus afiliados. Claro queda, la situación y no el método, es
la que no resulta ideal.
Caídos todos esos intentos, hay elección interna. El desinterés por la misma y el
mencionado deseo de que hubiera un acuerdo, sin embargo, no deberían
engañarnos acerca de la importancia que tiene esta elección. El Radicalismo de
la Provincia atraviesa un momento complejo, y quienes lo conduzcan en los
próximos dos años, lejos de ser una trivialidad, resultarán un elemento vital
para su trayectoria inmediata. Ya inevitable, es de enorme importancia que los
afiliados emitan su voto
Hay dos propuestas, que a simple vista muestran su perfil. Una relacionada con
la línea que conduce el Comité Nacional, con su presidente Martín Lousteau,
con fuerte presencia en el Conurbano y específicamente en la Sección Tercera,
que propone una “bajada” de esa forma de ver el partido e intenta alinear a la
Provincia en esa mirada, con lo que la U.C.R. definiría su perfil en consonancia
con el pensamiento del Presidente del Partido a nivel nacional. Su candidato a
presidirla es el diputado Pablo Domenichini, también Rector de la Universidad
de Almirante Brown, que de triunfar deberá sumarle una nueva actividad a sus
otras dos funciones que, entiendo, no parecen ser funciones que puedan
asumirse con tiempo parcial.
“Unidad Radical”, la otra propuesta, es un espacio que asignando un papel
importante a las secciones del Gran Buenos Aires, se presenta encabezada por el
Doctor Miguel Fernández
Ex Intendente de Trenque Lauquen, de ganar se dedicará exclusivamente a cumplir con el intenso trabajo de presidir el Comité Provincia, que para funcionar necesita de personas que lo trabajen más allá del prestigio que puede suponer presidirlo.
Es su candidatura una elección que tiene que ver con su trayectoria, con sus notables gestiones al frente del Municipio, con su paso como Presidente del Foro de Intendentes Radicales, con el conocimiento del interior provincial, con una conducta intachable, con mucho para mostrar. Su propuesta intenta revivir el protagonismo radical en la Provincia respetando sus propias características, atendiendo a sus particularidades y conociendo su territorio, con una visión integral del radicalismo provincial. La mayoría de los Intendentes de la actualidad lo han percibido y por eso lo acompañan, al igual que medio centenar de ex Intendentes de toda la Provincia. Muchos dirigentes y legisladores, concejales y consejeros escolares, también lo harán.
Un radicalismo alineado con Lousteau, o un radicalismo bonaerense independiente; eso es lo que se define en esta elección, que no fue deseada, que cae en mal momento, pero que resultará vital para la Unión Cívica Radical de la Provincia.
La inconveniencia del contexto puede conducir al equívoco de suponer que la elección es irrelevante. Que no sea oportuna no quiere decir que no sea importante. Sin dudarlo, lo es.
Ya convertida en realidad, los radicales debemos ir a votar pues está en juego, en menos de tres semanas, el perfil del radicalismo bonaerense.
Será el domingo 6 de octubre, en cada distrito de la Provincia de Buenos Aires