Llegando a la rotonda de las rutas provinciales 29 y 74, la maniobra que deben hacer los conductores de vehículos- cualquiera sea el porte-es indescriptible. Por momentos deben bajar de la cinta asfáltica y aventurarse por la
banquina, donde a su vez se pueden observar grandes montículos de asfalto compactado que impiden el regreso a tiempo. Por momentos la única manera de no «caer» en tal o cual pozo es ir por el medio de la ruta. Y así las
cosas, mientras la vida transcurre y el año ya casi termina, la sobre la ruta 74, viniendo desde Tandil hacia Ayacucho o a la inversa, no hay carteles que indiquen el mal estado de este importante tramo de ruta cuando se sale o
ingresa a la rotonda.
Este tema que tanto preocupa se agudizará llegando el verano cuando se intensifique el tránsito hacia la costa, máxime por el desconocimiento del estado de la ruta y la ausencia de señalizadores que indiquen a los turistas de
otras regiones.
Las imágenes verdaderamente elocuentes, fueron captadas este fin de semana – sin lluvias-en este sector de la ruta 74, saliendo desde la rotonda.