Fútbol de ascenso…. La insólita marca de Mazzantti

El delantero de Labardén, que inició su carrera futbolística en Tigre, luego de sus primeros pasos en la población vecina, recaló en Atlanta donde elevó su rendimiento desde el ascenso, logrando en los primeros partidos en la Primera Nacional, un récord llamativo en cuanto a goles.
Atlanta se encuentra en un excelente momento desde lo futbolístico, y en gran medida es por sus delanteros, que se destacan en cada partido. Una de las grandes figuras es Walter Mazzantti, autor de dos tantos en las primeras ocho fechas y asistente en una ocasión. Sin embargo, el atacante fue responsable directo en otras tres oportunidades, y todos fueron goles claves. ¿Cómo?
En apenas ocho partidos, Mazzantti provocó tres goles en contra directamente, una marca de la cual no hay registros, pero que seguramente se trata de un record muy particular. En 8 partidos, el exTigre generó seis goles, pero sólo tres de ellos fueron marcados por hombres de Atlanta. El resto, los hicieron rivales en sus propios arcos.
El primero fue ante Ferro, como visitante. Mazzantti atacó a Mazur, que, en su afán por despejar, terminó metiendo la pelota en su propio arco. Con ese tanto, Atlanta abrió un partido importante en Caballito. Además, en ese mismo partido le cometerían el penal del 2-0.

Los otros dos fueron jugadas calcadas. Ante Brown de Madryn y ante Belgrano, Mazzantti desbordó por derecha y lanzó un centro cruzado rasante, un famoso buscapié. Diego Herner y Gastón González, respectivamente, metieron la pelota en su arco. Ante La Banda, el Bohemio se puso en ventaja definitivamente por 2-1. Frente a los cordobeses, fue la apertura del marcador.
Mazzantti pasó de ser un jugador intermitente, habilidoso, pero falto de claridad para definir, a convertirse en una pieza clave del equipo, fundamental para el buen presente, protagonista de seis tantos en apenas 8 partidos (sin contar el penal que le marcaron). Un cambio radical, apoyado en la confianza, y, seguramente, en la cabeza de un entrenador que lo entendió y lo potenció como ninguno.
Da gusto verlo atacar. Es incisivo, muy veloz y dueño de una buena técnica. Si hasta cuando uno lo mira observa en él tantas cosas del recordado y querido » Loco» Houseman.
Quien mira Atlanta, no deja de sorprenderse del buen juego de este equipo de Primera Nacional y de las diabluras del Pochi Mazzantti.