Filatelia, un hobby que resiste

Escribe: Eduardo A. Volonté

Si hoy en día se le pregunta a un niño o adolescente que es una estampilla postal, lo más seguro que responda con un gesto de desconocimiento en su rostro.

Pero hubo otros tiempos en que la estampilla reinaba.

Ese pequeño pedazo de papel adhesivo propiciado en 1840 por Rowland Hill produjo primero en Inglaterra y luego en el mundo entero, una de las revoluciones administrativas más importantes que se han conocido.

Muchos años y sellos postales han pasado hasta nuestros días. No solo se extendió su uso como valor postal sino también el coleccionarlos se convirtió en un hobby, en una pasión, y hasta una buena inversión para millones de hombres y mujeres de todas las edades y condiciones sociales a lo largo del mundo.

En la actualidad otros medios de comunicación y de envíos han ido paulatinamente relegando el uso de los sellos postales a un plano casi exclusivo con fines de coleccionismo.

Otro golpe de gracia lo recibieron desde sus propias filas: el uso de máquinas franqueadoras en los correos fue desplazando a la estampilla casi hasta el desuso.

No obstante y a pesar de esto, la pasión por coleccionar estampillas se mantiene, aunque quienes lo hacen son en general personas ya mayores.

Loa avances tecnológicos y los cambios en el mundo también han incidido sobre quienes mantienen el pasatiempo de coleccionar estampillas.

Colecciones

En estos tiempos, la existencia de casi 200 países hace difícil mantener una colección universal medianamente actualizada. Sumado a esto la limitante económica que significa el valor de cada moneda con respecto al peso argentino.

Por eso, han ido ganando espacio las llamadas colecciones temáticas, es decir aquellas destinadas a recopilar sellos de un país determinado, de una región, período histórico, de un deporte, flora, fauna, automotores, personajes de Disney, o lo que se le ocurra a quien las junta.

Esta modalidad -en los niveles más avanzados- no se limita al acopio de sellos de un tema particular, sino también al armado de un guión y título original que demanda conocimientos temáticos y filatélicos y el aporte de otros elementos.

Las posibilidades de impresión han transformado también a los sellos en productos vistosos y casi un alarde tecnológico en muchos casos, incorporando diversos troquelados, aromas, relieves y otros adelantos que hacen las delicias de los coleccionistas.

Esa misma tecnología que ha ido condenando a la estampilla, abre las posibilidades de conectar en forma directa y sin costo a los filatelistas de todo el mundo en foros de intercambio de experiencia, compra y venta y todo lo vinculado con esos papelitos dentados.

Aún en retroceso, la filatelia seguirá teniendo vida y fascinando a quienes en ella se sumerjan.

Sería redundante mencionar la importancia e influencia que ejercen en quienes los coleccionan; a través de una simple estampilla se adquieren cono­cimientos sobre las costum­bres, deportes, ciencias, artes, etc. del resto de los países, y se establece mediante el canje, un rico camino de relaciones sociales a través de las fronte­ras y por encima de cualquier tipo de barreras o diferencias.

Ayacucho en el correo

Como simple cierre, digamos que Ayacucho se encuentra presente en dos sellos postales del correo oficial.

Uno, referido a la Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra emitida el 29 de septiembre de 2012 con un tamaño de 34 x 44 mm.

Este sello formó parte de la quinta serie dedicada a las fiestas populares, y en esa ocasión junto a nuestra fiesta se difundieron las fiestas de la Artesanía (Colón. Entre Ríos), del Maní (Hernando. Córdoba) y de la Naranja (Belal Vista. Corrientes).

Por otra parte, el 7 de octubre de 2019 se emitió con uan tirada de 10.000 ejemplares una hoja block de 75 x 100 mm con un sello postal de $ 180 de valor y un formato de 40 x 70 mm destinada a homenajear la travesía de los caballos criollos Gato y Mancha al mando de Aimé Tschiffely.

Casi vencida como acto administrativo, la estampilla de papel pervive en cada filatelista que le abre sus álbumes para seguir allí irradiando cultura.-