Faustino Oro, imparable: el prodigio argentino que conquista Madrid y rompe la barrera de los 2500 Elo a los 11 años

Por Guillermo Apdepnur, Arbitro/Entrenador FIDE

Madrid, 25 de septiembre de 2025 – Con apenas 11 años, Faustino Oro dejó una marca imborrable en el ajedrez mundial al consagrarse campeón invicto del torneo Prodigios y Leyendas, en la capital española, y alcanzar por primera vez la impresionante barrera de los 2500 puntos Elo. Esta hazaña no solo lo coloca entre los diez mejores jugadores de Argentina, sino que también le otorga su primera norma de Gran Maestro, un hito histórico para un jugador de su edad.

El torneo, compuesto por diez competidores de distintas procedencias y niveles, tenía a Faustino preclasificado en el sexto lugar. Sin embargo, su rendimiento fue implacable: terminó con 7,5 puntos, un punto y medio por encima del segundo, demostrando un dominio que desbordó expectativas. Su última partida, frente a la leyenda peruana Julio Granda, fue un duelo estratégico que Faustino defendió con temple, sellando el empate y cerrando su invicto.

En redes sociales, como suele ocurrir con los prodigios, surgieron rumores infundados sobre posibles arreglos o favoritismos. Sin embargo, organizadores y participantes desestimaron estas acusaciones, que reflejan más la frustración de los críticos que la realidad del torneo. Las computadoras y módulos de análisis actuales permiten al aficionado señalar errores puntuales de cualquier partida, pero no siempre captan la visión completa de la estrategia ni el instinto que define el resultado final.

Aquí entra en juego lo que algunos llaman “el efecto Faustino”. Su estilo recuerda al del legendario Mijaíl Tal: partidas que parecen inciertas, incluso perdidas, pero que son salvadas gracias a un cálculo instintivo y a un instinto asesino, o killer instinct, como lo definió el gran maestro Genna Sosonko. Faustino convierte los momentos críticos en oportunidades, y sus rivales, a menudo desconcertados, cometen errores que él aprovecha con precisión letal.

El historial de prodigios en el ajedrez muestra que el talento temprano suele traducirse en logros mayores. Nombres como Bobby Fischer, Gata Kamsky o Sergey Karjakin son ejemplo de cómo el éxito infantil puede proyectarse hacia la élite mundial. Faustino, consciente de su potencial, ha declarado su ambición de convertirse en campeón mundial. Su camino es largo, pero su talento y disciplina sugieren que esa aspiración está lejos de ser un sueño imposible.

En el horizonte cercano, el desafío será el Campeonato Argentino en noviembre, donde Faustino, con 12 años recién cumplidos, buscará superar otro récord histórico: el de Hugo Spangenberg, quien con 18 años se consagró campeón nacional siendo el más joven hasta ahora.

Tabla final de posiciones 

  1. Faustino Oro (ARG) – 7,5
  2. Alan Pichot (ESP) – 6
  3. Julio Granda (PER) – 6
  4. Diego Macías (ESP) – 5
  5. Ilan Schnaider (ARG) – 4,5
  6. David Larino Nieto (ESP) – 4,5
  7. Pedro Martínez (VEN) – 3,5
  8. Omar Almeida (CUB) – 2,5
  9. Miaoyi Lu (CHN) – 0,5

Faustino Oro ha dado un paso gigantesco en su carrera, combinando talento innato, disciplina y una audacia que recuerda a los grandes del ajedrez. Madrid lo vio brillar, y el mundo del ajedrez ya lo mira con asombro: un nuevo prodigio argentino acaba de escribir su nombre en la historia.