Fabián Veloz: cambió la carne por la lírica, triunfó en el mundo y vuelve a La Plata

Fabián  Veloz, ayer en un alto de los ensayos de “AIDA”

Abrió y cerrará el 2024 en la Ópera Metropolitana de Nueva York pero, en el medio, el barítono conocido popularmente como el “carnicero de Ayacucho”, regresa a la ciudad en la que se formó y debutó como solista

“Atareado”. Así define el barítono Fabián Veloz un presente profesional que lo tiene haciendo malabares con una apretada agenda que está al borde del colapso en un 2024 que abrió en enero en la Metropolitan Opera de Nueva York, y a donde volverá en diciembre para cerrar un año extraordinario. En el medio, tras sus presentaciones en Brasil y antes de las que ofrecerá en Colombia y en el Colón, el “carnicero de Ayacucho” volverá a La Plata, ciudad en la que se formó y en la que debutó con su primer gran rol solista: aquí será parte de la gala lírica por el 78 aniversario de la República de Italia que se llevará a cabo mañana a las 20 en el Teatro de Cámara de City Bell, y desde la semana próxima será parte del elenco de “Aida” en el Argentino.

Volver a La Plata, para Fabián, tiene el olor de la comida casera. Aquí llegó para estudiar en el Conservatorio Gilardo Gilardi (después seguiría sus estudios en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón). Y llegó después de haber cortado con el cordón umbilical, dejando atrás su empleo en el frigorífico familiar en el que trabajaba “de 4 de la mañana hasta las 10 de la noche” hasta que alguien, alguna vez, lo escuchó cantar y le dijo “tendrías que estudiar lírica”, en un pueblo donde “lo más cercano a la ópera eran las galletitas”, como suele bromear.

En La Plata fue, durante siete años, parte del Coro Estable del Argentino, teatro que le dio la posibilidad de debutar como solista en el estreno sudamericano de “Estaba la madre de Bacalov”. Aunque su “primer rol grande” fue en una polémica versión de “Lucia Di Lammermoor” de Donizetti: “Al otro año fui a audicionar a la Metropolitan Opera de Nueva York y me eligieron para hacer un cover de ese mismo rol, Enrico, por eso ‘Lucia’ es una ópera que me marcó y me abrió muchas puertas”, admitió en diálogo con EL DIA.

A partir de ahí, su nombre despegó: ha interpretado los principales roles de su cuerda en los teatros más prestigiosos del mundo, además de en el Colón, claro, en donde tras debutar en “I due Foscari”, fue parte “Simon Boccanegra” (Paolo y Simón), “La fuerza del destino”, “Otelo” (Yago), “Las bodas de Fígaro” (Conde de Almaviva), “Falstaff” (Mr. Ford), “Pagliacci” (Tonio), “Don Carlo” (Rodrigo), “Tosca” (Scarpia), “Macbeth” y “La Traviata” (Germont), entre más. Pero siempre, en medio de todos sus grandes logros por el mundo, ha elegido volver.

De hecho, está encantado con la presentación que realizará mañana en la sala citibelense acompañado por otros primeros solistas del Colón (la soprano Mónica Ferracani, la mezzo María Luján Mirabelli y el tenor Enrique Folger), con piano y dirección musical de Eduviges Picone. El concierto, auspiciado por el Consulado General de Italia La Plata, se da homenaje a la República de Italia en su 78º aniversario, y el repertorio incluirá a Puccini, Verdi, Giordano y Mascagni.

“El teatro de City Bell es un teatro al que yo particularmente quiero mucho”, confesó el barítono que recordó haber hecho una ópera en la sala de Lumen Artis además de varios conciertos por lo que vuelve “con las mejores expectativas” sobre todo por el reencuentro que concretará con gente querida.

“A veces es difícil manejar la agenda cuando uno tiene muchos compromisos y sobre todo, como es mi caso, y gracias a Dios, muchos fuera del país, entonces, cuando uno está en Argentina, intenta hacer todo lo que más pueda también acá, porque obviamente no hay nada más lindo que cantar en el país de uno”, manifestó el artista que disfruta de un presente “atareado” pero de plenitud.

“Es muy gratificante poder tener convocatoria de grandes teatros y aunque me faltan muchísimos otros grandes más, y tal vez nunca llegue a poder pisarlos, o tal vez sí, no lo sé, pero por el momento estoy súper bien, construyendo y yendo siempre para adelante”, analizó.

DE RAÍCES FUERTES
Fabián es un agradecido sobre el presente pero también sobre su pasado en su ciudad natal, trabajando en el negocio familiar, una experiencia que lo ayudó a ser el profesional en el que se convirtió hoy. “Yo creo que fue necesaria esa experiencia porque te hace estar mucho más fuerte cuando más lo necesitás. Yo siempre digo que esta carrera se llama la carrera del solista, básicamente, porque uno está solo cuando se va de su casa a trabajar. Entonces, en esos momentos, se necesita un poco de esa fortaleza física y mental”.

Por eso, no le molesta que se recuerde su pasado, un pasado que resulta atractivo para los que no lo conocen y que, aseguró, “la historia del carnicero de Ayacucho ha llegado a los grandes teatros porque la gente un poco se sorprende con la historia, aunque es totalmente real”. De hecho, confesó, es un pasado que siempre vuelve, una y otra vez, porque “a veces, sigo siendo parte de este negocio, casi como un deporte que uno nunca olvida hacer o un trabajo que uno nunca olvidará, porque yo nunca dejaré de ser alguien que trabajaba con la carne por más que ya no lo haga y mi vida haya tomado otro rumbo”.

De hecho, cada tanto, en alguna producción, el barítono saca a relucir sus conocimientos del ámbito cárnico. Entre risas recordó dos anécdotas muy puntuales: “Una es cuando estábamos haciendo ‘Lady Macbeth’ en el Argentino, con puesta de Marcelo Lombardero, y que se ambientaba justamente en un frigorífico. Entonces él, a modo de broma, mientras yo participaba en el coro, y sabiendo que yo venía de ese ambiente, me vino a decir ‘si no entendés nada del frigorífico, de cortar carne, te puedo dar una explicación’”. Y una más reciente: “En un ensayo de ‘Carmen’, haciendo una escena de Don José y Escamillo, de la pelea que tienen con navaja, expliqué un poco cómo se agarraba una navaja, un cuchillo; cosas que uno tiene de la vida misma, o de un trabajo, y que se pueden aplicar”.

Con base operativa en Buenos Aires, en donde vive junto a su familia, los Veloz hicieron los trámites para mudarse a Roma, para estar a tiro de la agenda internacional. Sin embargo, la pandemia metió la cola y los planes, no solo los suyos sino los de las formas de programar y hacer ópera, se torcieron y no han logrado volver a la normalidad. Así, aprovechando la solidez de una casa del otro lado de la Autopista, Veloz aprovechó la cercanía con La Plata para ser parte de dos compromisos. Además del ya mencionado concierto en City Bell, desde la semana próxima será parte de la reposición de “Aida” con la que marcará su anhelado regreso a la Sala Ginastera.

VOLVER AL ARGENTINO
“El Argentino para mí es un lugar muy especial, es como si fuera mi segunda casa”, manifestó Veloz, sobre un teatro en el que ha vivido grandes momentos de su vida y que tienen que ver, sobre todo, con su pasión musical. “La primera ópera que vi en mi vida fue en esa sala y era una ‘Traviata’ en la que cantaba Paula Almerares, a quien estimo muchísimo. La segunda vez que me tocó ver esa ‘Traviata’ yo estaba en el Coro y la tercera vez que me tocó hacer esa misma producción, Paula también estaba cantando y yo hacía de Germont. Y todo fue en el Teatro Argentino y por eso siempre tengo los más lindos recuerdos y una relación de amor”, repasó el artista.

Por eso, volver, tendrá un sabor especial para Veloz, que invitó al público especialmente a dejarse sorprender por la producción integral de “Aida”, que, tras el éxito de las funciones del año pasado, regresará por otras seis presentaciones desde el próximo viernes bajo la batuta del maestro Carlos Vieu y dirección escénica de las hermanas Perre.

Junto a solistas del Colón, será parte de la gala lírica en homenaje a Italia en el Teatro de City Bell

“Yo nunca dejaré de ser alguien que trabajaba con la carne por más que ya no lo haga y mi vida haya tomado otro rumbo”

Fabián Veloz, barítono

Desde el viernes 7 de junio, será parte de “Aida”, que vuelve por seis funciones al Argentino

Fuente: EL DIA de La Plata.