Por: Mabel Santos
Si bien desde el año 2001 se le cambió el nombre al Túnel Subfluvial bautizado como «Hernandarias» en un principio, por el de los gobernadores «Raúl Uranga- Carlos Sylvestre Begnis», verdaderos artífices de esta obra única en su tiempo, una visita guiada a sus entrañas permite conocer de cerca como funciona y que representa para estas dos provincias separadas por el Río Paraná.
Fue construido en la década del ´60 bajo el lecho del Río Paraná, entre las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. Anteriormente solo se podía cruzar a través de balsas que acarreaban toda la producción de un lado a otro. Más tarde se construyó el puente Zárate-Brazo Largo, comunicando por vía terrestre las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos. Ya cercano en el tiempo se erigió otra obra fundamental, el puente Rosario-Victoria y lo que en su época fue la obra más grande de Latinoamérica, quedó un poco más relegada, aunque con un tránsito diario de unos 11.000 vehículos.
LLegando a la base de control de operaciones del Túnel Subfluvial, sobre la ribera del Río desde Paraná, nos reciben los guías y operarios de la misma, permitiendo el ingreso para conocer de cerca cómo funciona esta impresionante obra de la ingeniería.
En el exterior se puede observar la tubería imponente, pulmón de aire del túnel. A los costados cientos de placas que rememoran estos 50 años de vida del Túnel más grande de América Latina. La amabilidad de la guía Sonia hace fácil adentrarnos en el recinto y comenzar a explicar cómo fue su construcción. Hacia un costado la sala de monitoreo nos permite ver como se maneja por dentro el tránsito del túnel.
La obra
Los trabajos de su construcción dieron inicio en el año 1962 y fueron efectivamente inauguradas a finales de 1969. La construcción de este viaducto fue responsabilidad de la compañía alemana Hochtief AG, mientras que los planos fueron obra de la empresa argentina SAILAV S.A.
Si bien la solución natural hubiese sido la elección de un puente, los gobiernos provinciales solo pudieron escoger ese atípico formato por la falta de colaboración del Estado Nacional, a quien corresponde la jurisdicción sobre los espejos de agua. En 1960 firmaron un tratado interprovincial proyectando la tarea compartida, y en junio del año siguiente se dio comienzo a las obras. Fue inaugurado el 13 de diciembre de 1969, y bautizado con el nombre de Hernandarias (Hernando Arias) de Saavedra, primer gobernador criollo del Río de la Plata, de la época colonial.
El túnel
La estructura tiene una longitud de 2397 mts. a los que se suman las rampas de acceso y caminos de convergencia para dar un total de unos 3497 mts. Está construida a base de segmentos cilíndricos de 64 × 10,8 m acoplados y enterrados en el fondo limoso del río. En su cota más profunda, el techo del túnel se encuentra a unos 32 metros bajo la superficie del río. El flujo de aire se regula por un sistema de ventilación forzada; la iluminación se ajusta automáticamente a las condiciones exteriores.
Cambio de nombre
En 2001, tras once años de gestiones, se estableció su actual nombre, «Raúl Uranga-Carlos Sylvestre Begnis», como un homenaje a los gobernadores de Entre Ríos y Santa Fe respectivamente que hicieron posible la concreción de la obra.
La conexión vial entre Paraná y Santa Fe por el túnel subfluvial presenta un flujo de aproximadamente 10.000 vehículos diarios. El tránsito que pasa por el viaducto es en un 70 % de origen regional.
Equipamiento interior
1200 parlantes-26 teléfonos-Sistema manual de extensión de incendio-Semáforo cada 100 mts.-Iluminación normal 4.200 tubos fluorescentes-Circuito cerrado de CCTV Color-26 cámaras fijas-4 domos-Ventilación forzada, tipo transversal (4 ventiladores por cabecera)-Cada 100 mts. paneles de servicios de emergencias-4 sensores de visibilidad-5 sensores de monóxido de carbono.
La ponencia sobre el valor del Túnel Subfluvial de Sonia, la guía resulta de gran interés para la visita realizada al complejo.
Salgo de allí recordando aquel Túnel Subfluvial llamado Hernandarias al que hace casi dos décadas le cambiaron el nombre por el de los gobernadores de Santa Fe y Entre Ríos que pudieron concretarlo, más allá de los designios de la Nación. Este año cumple su 50 aniversario y continúa vigente y siendo un canal de gran importancia para la economía regional de la Mesopotamia y del resto de las provincias del NEA y del NOA que pueden conectarse con los principales puertos, a través de esta obra privilegiada argentina.