“No vuelve atrás un río, así como no retornará a ser presente lo pasado”. Lo antes escrito se aviene con el tan discutido tema del Servicio Militar Obligatorio, tan en boga en los últimos tiempos. Cada vez más se suman quienes sostienen que no debió eliminarse ese pasaje por la vida militar de los jóvenes argentinos; otros, sostienen que debiera implementarse actualmente con el propósito de frenar un poco al menos, la escalada de la delincuencia juvenil. Tema escabroso si los hay. El resto de los “opinadores” estuvieron, están y estarán en contra de ese supuesto “año perdido”. Lo cierto es que de acuerdo a lo manifestado por los expertos en el tema, el Servicio Militar Obligatorio paso a ser recuerdo; imposible reflotarlo. A tal punto que ex-oficiales de alto rango del ejército, por citar un ejemplo, opinan que sería un verdadero desatino. Hace algunos años y en Bahía Blanca, un teniente coronel retirado, ante la pregunta al respecto de quien escribe, respondió: “imagínese usted la extraordinaria cantidad de jóvenes que se encuentran afectados por el alcohol, la drogadicción y otros problemas por el estilo, ingresando a un cuartel para recibir instrucción y al poco tiempo, tener acceso a las armas de fuego. Es imposible que eso ocurra: no se los podría dominar”.
Escribe: Abel G. Bruno